viernes, 23 de octubre de 2015

No quiero más grieta en mi país (ésta es parte de mi historia), por Carolina Barrera

A pocos meses de cumplir mis 18 años (2001), mientras terminaba el colegio secundario, y con todo un camino por recorrer y construir; me encontré con que mi viejo y mis abuelos paternos se iban a España. Mi hermano mayor (24 años) ya se había ido poco tiempo antes y ahora le tocaba a estos.

¿Se iban de vacaciones? No, de ninguna manera. ¿Saben por qué se fueron? Porque se TUVIERON que ir. Porque Patricia Bullrich (hoy PRO) le bajó el 13% a los jubilados. Porque mi viejo, que tenía una pizzería, no vendía nada y lo asaltaban cada dos por tres. Porque mi hermano veía sus sueños cada vez más lejos en el horizonte. Porque ellos y miles de argentinos fueron víctimas de las políticas de ajuste. Porque en esa época se entregaban los clasificados del diario Clarín GRATIS (para buscar laburo) ya que ni guita teníamos para comprar un cacho de papel de diario. Porque las colas para un puestito de trabajo eran interminables. Porque las colas en las embajadas para exiliarse del país también eran interminables. Porque conseguíamos comida a través de trueques, patacones o lecops.

Porque los argentinos quedamos quebrados emocional y económicamente. Por eso se fueron!

¿Y saben qué? Hoy los representantes de la derecha más recalcitrante del país nos dicen que el kirchnerismo vino a traer la grieta entre nosotros. Que ya no se puede discutir más de política, ni de nada, que nos peleamos. Porque parece que ahora tenemos la “manía” de discutir qué país queremos. Ellos, los que en medio del caos del 2001 estaban literalmente de fiesta. Los privilegiados. Nos vienen a decir que ahora vivimos en un país incendiado.

¿Saben una cosa? Yo no pude discutir con mi viejo y mis abuelos, y no porque no pensáramos distinto, no. No discutí porque, sencillamente, no los tenía en la mesa. No estaban. Me los arrancaron de los brazos. Me rompieron la familia al medio. La última vez que vi a mis abuelos fue ahí, a mis 18 años. Hoy ya tengo 32. No los vi nunca más. Me enteré de sus muertes por llamados telefónicos. Ni siquiera los pude velar. Ni me pude despedir.

ESA FUE LA GRIETA, SEÑORES! Y esa grieta es irreparable. A mis abuelos no me los devuelve nadie.

El kirchnerismo vino a sanar heridas posibles. Miles pudieron volver a esta, nuestra tierra, para quedarse y construir con los suyos, en estos años. Miles. Porque ahora a los jubilados les aumentan dos veces al año. Porque ahora los bares y pizzerías estallan de gente. Porque ahora hay cada vez más universidades para que los pibes no queden a la deriva.

-Recuperación de YPF
-Recuperación de Aerolíneas Argentinas
-Administración estatal de las jubilaciones (con miles de nuevos jubilados incluídos)
-Asignación Universal por Hijo
-Ley de fertilización asistida
-PROCREAR
-Millones de nuevos puestos de trabajo
-Programa RAICES (para que los científicos e investigadores que Cavallo mandó a lavar los platos, vuelvan al país con la frente en alto)
-Cancelación de la deuda al FMI
-No al ALCA
-Impulso de la industria nacional
-Arsat I, II y futuro III
-Matrimonio igualitario
-Ley de Identidad de Género
-Ley de Medios
-Recuperación de los ferrocarriles
-Paritarias (por primera vez en la historia) de las empleadas domésticas
-TECNOPOLIS (gratuito para todos y todas en la difusión de la ciencia y tecnología)
-Centro Cultural Kirchner (gratuito para todos y todas, democratizando las manifestaciones culturales tanto nacionales como internacionales)
-Programa de vacunación obligatorio y gratuito
-Ley de educación nacional
-Reparación a los ex combatientes de Malvinas
-Creación del UNASUR
-PROGRESAR
-Nuevo régimen de trabajo agrario
-629 GENOCIDAS CONDENADOS!…

Y tanto más, tanto más de un país que ni por casualidad se parece a ese en el que mi familia se tuvo que ir. No fue viento de cola. No fue magia. Fue voluntad y decisión política.

Así que no me digan que me comí ningún relato. No me digan que soy obsecuente. No me digan que me lavaron la cabeza. Simplemente soy una mujer que, gracias a la educación pública, pudo estudiar dos carreras y hoy puede trabajar de esas dos cosas, sin la necesidad de tener que irme a otros pagos. Que la mayoría de mis amigos y conocidos pueden trabajar de lo que estudiaron, recorriendo el camino que eligieron para sus vidas, cumpliendo sus sueños. Y de eso se trata, de las grandes mayorías cumpliendo sus sueños, hasta que podamos hacerlo todos y todas. Porque los números tienen que cerrar con la gente adentro.

Por todo lo que se hizo en estos 12 años. Por todo lo que falta, que es mucho todavía. Por mis compañeros, que son mejores que yo. Por mi viejo que lo amo. Por mis abuelos que los extraño. Por todo. Le quiero dar las gracias a Néstor y a Cristina. Y decirles que, junto al pueblo, vamos a llevar sus nombres como bandera, siempre!

Este 25 de octubre, millones de argentinos, vamos a votar la continuidad de este proyecto de país. Por nosotros, por los que falta incluir y, sobre todo, por los pibes, que son nuestro futuro. Por nuevos y más grandes sueños.

Después de tanta desesperanza, después de tanta ruptura; hoy podemos decir con orgullo que tenemos patria!. Y con toda la firmeza y seguridad que a la grieta no volvemos más porque a los 90 no volvemos nunca más!.

Esto es solo el fin del principio.



Por Carolina Barrera

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