En las últimas horas se dieron a conocer nuevos documentos que vinculan al gobierno nacional con una de las situaciones más atroces de la democracia argentina en su historia reciente. Luego de 35 días, Santiago Maldonado, el joven que vivía en una comunidad mapuche, continúa desaparecido.
El gobierno tomó nota del impacto en la opinión pública que han generado las distintas expresiones de la sociedad por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Enfrenta la primera crisis política de envergadura.
Se dieron a conocer nuevos documentos que apuntan al encubrimiento de la desaparición forzada de Maldonado por parte del gobierno. El gobierno apoyó su campaña de difamación de la víctima en una hipótesis -por demás vergonzosa- que afirmaba que Maldonado había escapado herido por una acuchillada hacia Chile el 21 de julio, luego de un enfrentamiento con un puestero de la estancia del magnate Benetton; hecho que supuestamente ocurrió 10 días antes de la denuncia por la desaparición de Santiago. Finalmente, se probó que la sangre que poseía la camisa de aquel puestero no era de Santiago. Se cayó la principal hipótesis del macrismo, la cual fue tapa y editorial de Clarín, La Nación y todos los medios afines a Cambiemos, punta de lanza en los ataques de los trolls comandados por el Jefe de Gabinte, Marcos Peña, en las redes sociales y que la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había planteado en la Comisión de Seguridad Interior y Narcotráfico del Senado.
El periodista Rolando Graña en su programa Tercera Posición emitido por la señal A24, dio a conocer un supuesto informe filtrado por los Servicios de Inteligencia que daba cuenta de la tortura y muerte de Maldonado a manos del Escuadron 36 de Gendarmería Nacional, y el posterior entierro del cuerpo en una zona rural cercana a Esquel, en la provincia de Chubut.
Debido a la conmoción generada por la filtración de este material, el cual además afirma Graña que fue entregado al Presidente Mauricio Macri el 26 de Agosto, esta mañana el gobierno salió a despegarse de la Gendarmeria.
El polémico Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, admitió que “la hipótesis más fuerte apunta contra la Gendarmeria”. Además, Macri envió una comitiva a Chubut integrada por el propio Avruj y por el viceministro de Justicia, Santiago Otamendi. De esta manera, tras 4 semanas de defender a la Gendarmeria, la cartera de Patricia Bullrich quedó marginada de la investigación del caso. Los rumores de su salida no se hicieron esperar y la ministra quedó en la cuerda floja.
Sumado a esto, el periodista Juan Alonso publicó un documento de la Gendarmería que responsabiliza de la coordinación del operativo contra los mapuches el día de la desaparición de Maldonado a la mano derecha de Patricia Bullrich, Pablo Nocetti, conocido abogado de represores de la última dictadura militar.
La ministra Bullrich había asegurado que su funcionario estaba “de paso” por el lugar ya que había ido a ver al juez federal Guido Otranto, en Esquel. Esta versión desligaba al jefe de gabinete de Patricia Bullrich de la organización del operativo y ahora queda desmentida por Gendarmería y por el propio gobierno provincial de Chubut.
“Me parecería de una gran injusticia tirar gendarmes por la ventana, no hacerse cargo y separarlos cuando no está probado absolutamente nada. Esa es la fácil, es tirar las responsabilidades”, defendió Bullrich a la Gendarmeria y Pablo Nocetti, a quien definió como “un gran profesional” y “un gran jefe de gabinete”.
Si entonces -supuestamente- Nocetti encubrió a Gendarmeria, Patricia Bullrich a Nocetti, y Marcos Peña a Patricia Bullrich, significa que el gobierno encubrió la desaparición forzada de Santiago Maldonado y que todos los responsables de esta aberrante violación a los derechos humanos deberán dar cuentas de su rol y participación en el hecho.
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