En forma de guía de instrucciones, “Manual de estilo para columnistas anti K” desgranó los lugares comunes que sostienen quienes quieren descalificar al gobierno nacional por cualquier motivo y razón.
De esta manera, Pliner criticó abiertamente a muchos de sus compañeros de diario y de otros medios hegemónicos.
“Es inocuo anteponer el adjetivo existencialista al nombre de cualquier funcionario. Los calificativos marxista o montonero aseguran mejores resultados”, escribió el columnista, en clara alusión a las notas discriminatorias de Carlos Pagni y Osvaldo Pepe sobre el viceministro de Economía Axel Kicillof y los militantes de La Cámpora que despertaron una fuerte polémica incluso con la Presidenta de la Nación.
“Cuando se refiera al ex presidente Héctor Cámpora no olvide resaltar su condición de dentista de San Andrés de Giles”, dijo sobre quienes consideran ex presidente de la Nación una figura menor de la política argentina.
“Procure todo el tiempo demostrar que Cristina está traicionando el pensamiento de Kirchner, aunque haya que tragarse el sapo de aceptar que en algunas cosas Néstor no era tan malo”, señaló en torno a quienes sostienen que la Presidenta está entrando en un proceso de “desnestorización” o “deskirchnerización”.
“Compare a Cristina con Chávez o Fidel Castro por la frecuencia o duración de sus discursos”, dijo sobre quienes se quejaron de la extensión del discurso presidencial de apertura de sesiones, como si la variable temporal fuera la más importante.
“Detrás de todo ilícito cometido por un funcionario está la Presidenta. Toda acción elogiable es una excepción, de la que tampoco hace falta andar hablando demasiado”. Con mirar la jerarquía asignada a las últimas noticias en las principales portadas de los diarios, ya se entiende de qué está hablando.
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