Un profundo desconcierto, y distintas alteraciones sufrían pacientes y trabajadores del hospital Borda, luego de la violenta represión que ejecutó la Policía Metropolitana cuando enfermeros, médicos y psicólogos intentaban impedir la destrucción de un taller de oficios para pacientes, por orden del gobierno porteño. El médico del Borda, Eduardo Benítez, aseguró que "en 30 años en este hospital, nunca presencié una invasión así".
El médico aseguró que están "preocupados porque las consecuencias de lo que sucedió están a la vista, ya que desapareció un servicio de talleres protegidos; pero además hay pacientes que tienen miedo, que me piden que los ponga en una cama de clínica médica".
El profesional advirtió que "estamos hablando de paciente víctimas de terribles enfermedades y que ahora están aterrorizados por las cosas que vieron o escucharon, absolutamente indefensos".
En este sentido, remarcó que fue una "represión indiscriminada, la prueba está en las enfermeras, pacientes, profesionales, legisladores y periodistas que fueron agredidos".
Benítez detalló que "hay 16 pacientes que fueron asistidos en el servicio de Clínica Médica de este hospital, algunos de gravedad, incluso hay un paciente lastimado con 23 perdigones, otros lesionados por gas pimienta en los ojos".
Dentro de lo que dejó la represión, el médico hizo hincapié en que "queremos saber cómo continuamos, esto le preguntamos a las autoridades; nosotros conocemos bien nuestra función, la venimos realizando durante décadas, y es cuidar a nuestros pacientes, que es la razón de ser de este lugar, y también a nuestros compañeros de trabajo".
Por su parte, Víctor Delgado, enfermero del hospital, también se pregunta "¿y ahora qué?" tras señalar que a causa de la represión "muchos pacientes debieron ser atendidos, y estuvimos toda la noche buscando pacientes que estaban perdidos dando cuentas por los jardines".
El enfermero caracterizó a la represión policial "como una brutalidad, un atropello, es como una violación", y destacó que "los pacientes deambulaban y preguntan `qué nos pasó`".
En este contexto, el enfermero precisó que "hay muchos pacientes que hubo que darles más cantidad de medicación porque están alterados; hay que tener en cuenta que éste es su hogar, y en el taller que destruyeron hay muchos que estaban haciendo actividades como sillas, mesas, soldaduras, artesanías en hierro y madera".
El sentido de los talleres es "rehabilitar al paciente, que tenga un oficio que le permita reinsertarse, pero además estos talleres funcionan como contención interna", añadió.
En tanto, el director del Hospital, Ricardo Picaso, aseguró a Télam que "mi responsabilidad es ver el estado de los pacientes; atendimos acá a 17 lesionados y el Same otro tanto, pero los pacientes heridos fueron tres, un ambulatorio y dos internos, de los cuales uno está bien y otro se está recuperando en el Hospital Penna".
Asimismo, admitió que "hubo gente que en general necesitó contención psicológica".
Picaso caracterizó la jornada como "muy angustiante, donde traté de calmar los ánimos pero quedé muy impactado anímicamente, y si bien mi criterio personal es que esa obra en el fondo del hospital va a beneficiarnos, no puedo aceptar de ninguna manera la violencia".
"Acá buscamos todo lo contrario -continuó-, la salud mental pasa por una forma pacífica de encontrar salidas, por supuesta defendiendo los derechos humanos de los pacientes y de los trabajadores, de hecho el hospital tiene una tradición en ese sentido".
En tanto, para el médico Benítez, la obra que quiere hacer el gobierno porteño en los fondos del hospital es parte de "un negocio de sectores inmobiliarios y sus asociados en la función pública, que no nos beneficia".
En este contexto, señaló que "como profesionales de la salud tenemos que pensar, así como se pensó hace más de 100 años en esta institución, tenemos que seguir pensando en ese mismo sentido, porque nosotros no vamos a estar dentro de 50 años pero los pacientes van a seguir existiendo".
"La sociedad se sigue enfermando cada vez más, y más aún con este tipo de acciones, por eso debemos preservar y luchar por la intangibilidad de los territorios hospitalarios", enfatizó el médico.
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