“Hablemos del Día del Padre:
Nuestros maridos, nuestros esposos, nuestros compañeros la mayoría murieron porque no soportaron el dolor horrible de la desaparición de sus hijos, de cáncer o de ataques al corazón.
Casi todas las Madres somos viudas.
Hay unos poquitos padres que vinieron a la Plaza, que no son los que salen en las películas: son los que realmente nos acompañaron, nos llevaron, nos trajeron y pusieron su cuerpo como nosotras.
Hay muy poquitos que quedan, pero todavía quedan algunos.
Ustedes no los conocen porque no están ni en los diarios ni en las películas.
Para esos padres, para nuestros maridos que, tal vez, les costaba entender a nuestros hijos, cosa que para las madres fue mucho más rápido y más fácil.
Para esos padres, angustiados de dolor, para esos abuelos también, como mi padre que también murió de un ataque porque no soportó lo que le pasaba, para todos ellos, que también viven acá en la Plaza con nosotros, les decimos que el Día del Padre no es un día más: es el día en que muchos hijos de los nuestros no los dejaron ser padres y que muchos padres murieron porque no soportaban lo que pasaba.
Un aplauso para ellos”.
Hebe de Bonafini.
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