La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, decidió apartar de la Fundación Madres de Plaza de Mayo a Pablo Schocklender y a 16 personas. “Si cometieron delito tendrán que pagar. Acabo de separar a Pablo y a otras 16 personas. Por las dudas, para que quede todo prolijo”, subraya. Hebe reveló que las diferencias con Sergio Schoklender comenzaron cuando el ex administrador quiso transformar a la Fundación en una empresa.
-Las acusaciones son contra el apoderado, que era Sergio, y contra su hermano, y si cometieron delito tendrán que pagar. Acabo de separar a Pablo y a otras 16 personas más. Por las dudas, para que quede todo prolijo. Todos los imputados están separados, porque no vamos a poner en riesgo todo, sabemos lo que hacemos, cómo podemos responder pero la cosa está muy seria. Creo que las cosas van a andar bien.
-¿Nadie le advirtió sobre Schoklender, no le habían avisado que había algo raro en su forma de llevar adelante el proyecto?
-Y, no… porque Sergio era un tipo que trabajaba 30 sobre 24 horas, le pagaba a la gente y las construcciones se hacían.
-¿Y qué fue lo que la puso en alerta?
-Hace un año empecé a tener discusiones con él porque quería convertir a la fundación en una empresa. Y yo le decía “mirá, Sergio, esto no es una empresa, somos un emprendimiento, somos soldados de este proyecto nacional y popular”. Y le decía “vos, con este proyecto que tenés, de las casas que caminan, que están y que existen, y que es cierto que son un invento impresionante, querés convertir a la fundación en una empresa. Y yo no tengo ningún interés en que esto sea una empresa. Quiero que siga siendo una fundación, como está”.
-Shocklender quería armar una empresa…
-Claro, él quería hacer una empresa porque para hacer esas casas, y que caminen, hay que poner una fábrica nueva, hay que poner mucha plata. Pero yo no estaba dispuesta.
-¿Y con qué argumento Schoklender le decía que había que crear una empresa?-
El argumento era que había que hacer más casas pero si el gobierno no lo necesitaba, ¿para qué? ¿Para qué abrir más fábricas? Pero a mí nunca me gustaron las empresas. Las empresas funcionan de otra manera. Y después de esa discusión empecé a ver cosas que no me gustaron.
-¿Qué cosas no le gustaron?
-El manejo de la situación, sobre todo, porque eso significaba pedir proyectos para que tales o cuales fueran considerados. Yo no quería.
-¿Y usted confiaba plenamente en él?
-Sí, porque las obras se hacían. Si el gobierno a mí me decía “mirá, Hebe, acá falta plata, esto no se hizo”… pero eso no pasaba. Si no yo hubiera actuado antes. Pero nunca hubo una desconfianza ni nadie me avisó que faltaba plata.
-¿Y su relación con Sergio Shoklender influyó en este tema?
-No. Yo soy muy terminante. Para mí es primero y único lo que representan mis hijos. La Fundación de las Madres y mis hijos están primero que todo. Y mis hijos están primero que todo en este contexto, y los voy a defender a capa y espada. No voy a defender nada ni voy a esconder nada. Y mi sentimiento es una cosa personal que no tengo por qué contar.
-Durante estos últimos días, lo que se estaba poniendo en juego era eso, que usted tenía una relación tan estrecha con Sergio Shoklender…
-¿Y a usted le parece que es la primer familia en la que suceden estas cosas? ¿O la primer madre a la que un hijo le hace una cagada? No soy ni la primera ni la última, no le quepa la menor duda.
“No me arrepiento de haberle dado una oportunidad”.
-Sueños Compartidos es un proyecto que involucra a miles de personas, a 5000 trabajadores, una cantidad enorme de viviendas entregadas, otras en ejecución, hospitales, escuelas. Vamos a hacer gimnasios y polideportivos.
El proyecto sigue, es un proyecto de mucho ejemplo porque los trabajadores están en blanco, agremiados, porque trabajamos con gente a la que no se tuvo en cuenta en muchos años, es la gente más marginada gente que cartoneaba con sus hijos de noche, que no sabía lo que era levantarse temprano para ir a trabajar.
Con el primer sueldo que cobró una chica vino y me dijo, "sabe Hebe ahora el carnicero me fía"..
“Mirá lo que la pone contenta”, yo pensaba en la casa.
Nosotros le damos trabajo a esa gente. No es que se hacen la casa para ellos. Ellos edifican viviendas, en algún momento les va a tocar una, se va haciendo de a poco en los terrenos que nos da el municipio.
Tenemos una forma de trabajar con la gente, si hay comunidades indígenas afuera les hacemos un lugar donde rezar, los respetamos en sus necesidades.
"Las Madres, nos pagamos hasta el agua".
-Yo quiero recordar que nosotras, las Madres, no cobramos plata, no cobramos la reparación (la indemnización que fijó el Estado por los desaparecidos, NdR). No cobramos sueldo, como algunas versiones dijeron por ahí.
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