La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dedicó contundentes elogios a Belgrano, a quien definió como "uno de los padres de la Patria más notables e importantes" y remarcó que el país se construyó con "hombres y mujeres que arriesgaron su vida y dieron todo por la libertad", durante el discruso pronunciado en el acto central por el Día Nacional de la Bandera, en Rosario.
"Si hace 200 años ellos fueron por la libertad, hoy tenemos que ir por la igualdad de los argentinos; ésa es la gran lucha, el gran compromiso, y sabemos que las luchas por la igualdad tampoco suelen ser edulcoradas", declaró.
En este marco, Cristina puso de relieve que "siempre hay intereses minúsculos pero poderosos que necesitan que los argentinos estemos desunidos para poder explotar a los trabajadores".
"El camino de la construcción de la Patria está lleno de piedras que van a tirar, pero tenemos que tener la paciencia de recoger una por una las piedras; no para devolverlas, sino para sacarlas del camino", afirmó Cristina, desde el palco montado frente al Monumento Nacional a la Bandera.
Durante su discurso hizo un repaso de los logros de su gestión, que contrastó con las dificultades por las que atravesó el país en el 2001 y, en alusión a esa época, pidió: "No más argentinos contra argentinos, no más puños crispados ni voces que convoquen al desaliento y al fracaso".
Recordó cuando los argentinos estaban "enfrentados, desorientados y hacían colas en las embajadas para irse a España" y advirtió que "fue gracias a él, Néstor (Kirchner), le pese a quien le pese" que esa situación de crisis empezó a revertirse.
"Él fue un visionario, pudo ver lo que otros no veían; se animó a hacer lo que otros jamás se hubieran animado; tuvo la valentía y el coraje, con apenas el 22 por ciento de los votos, de contarles a los argentinos que otro país era posible", reflexionó Cristina, quien también recomendó sobreponerse a la "descalificación y a las injurias".
Hemos hecho avances inimaginables, hemos reestructurado una deuda externa que parecía eterna, hemos terminado con el tutelaje económico al que nos sometió durante años el FMI, pero además hemos ido más allá y hemos construido instrumentos para la equidad social", enfatizó.
Mencionó como "dos hitos" de la historia del país de los últimos ocho años la "reestructuración de la deuda y el pago al FMI", por un lado, que atribuyó a una decisión de Néstor Kirchner; y la recuperación por parte del Estado de la administración de los fondos jubilatorios, por el otro; lo que redundó en poder materializar la Asignación Universal por Hijo.
"Eso nos permitió instrumentar medidas que sonaban en la boca de todos, pero la asignación no se paga con discursos ni con proyectos de ley, sino con recursos que hay que conseguir y administrar correctamente", apuntó.
Agregó que con los fondos recuperados por el Estado se le pudo "dar dignidad" a muchos argentinos y advirtió que la Asignación Universal por Hijo no está manejada "ni por clientelismo ni por la política partidaria, y así "nadie puede obligar a nadie a ir a un acto, o a votar a determinado candidato".
"Tenemos que comenzar a saldar viejas diferencias; este primer año del tercer centenario de la Patria nos debe ubicar a todos en un lugar diferente, no desde las ideas a las que abrazamos con fuerza y convicción, sino desde las actitutes frente al que piensa diferente", proclamó y aceptó que ese cambio de actitud debe partir de los que están "embanderados en esta transformación".
"Somos nosotros los máximos responsables también de orientar, de ayudar para cambiar actitudes y eso no significa renunciar a nuestra ideas y nuestro proyecto; al contrario, significa reafirmarlo", insistió Cristina.
Juzgó que Argentina está "orgullosamente erguida en el concierto de las naciones, con una economía que no para de crecer, argentinos que recuperaron su trabajo y niños que van al colegio, no a comer sino a recibir educación", y recordó: "Nadie nos ayudó a llegar a este lugar", sino que fue un logro colectivo.
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