La presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió que seguirá trabajando incansablemente pues no habrá extorsión, amenaza insulto que vaya a responder. "Nosotros no somos el problema, el día que no estemos irán al objetivo que es "lograr mano de obra barata en la Argentina", advirtió.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que "no va haber extorsión ni agravio que me aparten del camino", y aclaró que su único estimulo "es el del trabajo y haber cumplido con las convicciones. Si alguien espera que yo responda un solo agravio, no lo voy hacer, que esperen sentados; nosotros –agregó- no somos el problema; el día que no estamos nosotros irán al objeto que es lograr mano barata en la Argentina como lo tuvieron durante décadas”.
Lo afirmó al encabezar un acto este mediodía en la Casa de Gobierno, que fue transmitido por la cadena nacional de radio y televisión, durante el cual anunció la puesta en marcha de la tarjeta Argenta para jubilados
La Presidenta transmitió “tranquilidad a los 40 millones de argentinos” señalando que va a seguir trabajando incasablemente todo el día” pues no habrá “extorsión, amenaza, insulto” pues tiene un compromiso “muchos más grande primero con mi patria, después con mi compañero (Néstor Kirchner) y por muchos que hoy no están”.
En otro momento de su discurso sostuvo que “hay actitudes que cuesta entender desde lo gremial y político” y explicó que desde el gobierno “hemos aguantado la tormenta” por la crisis mundial y ahora ve que “los principales beneficiados de este proyecto están tratando de pinchar el bote con lógica del escorpión, salvo que haya algo más” que cuestiones gremiales, advirtió.
La Presidenta también comparó la situación que vivía la Argentina en 2003 cuando los piquetes en las rutas era para pedir puestos de trabajo y en cambio en la Argentina de hoy a aquellos que lograron trabajo, con sueldos muy superiores “provocan situaciones como la muerte de Sayago, en santa Cruz, o la muerte de siete gendarmes”, anoche, lo cual muestra “la injusta actitud de algunos, de poca solidaridad”.
Señaló luego que está en boga el tema del impuesto a las ganancias, que es un impuesto a los altos ingresos que existe “en todas partes del mundo”.
En la Argentina, agregó, hay más de nueve millones de trabajadores registrados, un 32% que están en trabajo informal y un 7% de desocupación.
Por información que solicitó a la AFIP de esa masa salarial de más de nueve millones de trabajadores registrados solo el 19% paga impuestos a las ganancias, “el 81% no llega a los mínimos imponibles; estoy hablando del trabajo registrado”.
Recordó que una premisa del peronismo es llegar al reparto del 50% al capital y el 50% al trabajo y “estamos llegando al 50% del trabajo; el problema es cómo se distribuye ese 50% dentro de la masa de trabajadores”.
Los salarios, agregó “se obtienen por la capacidad de presión, de cuanto puedo perjudicar a la sociedad”, señalando luego que el 19% de trabajadores se queda con el 41% y el 81% se queda con el 59% con lo cual sería muy interesante comenzar a discutir hacer socialismo con la plata del estado pero cuando te tocan lo suyo te convierte en liberal y te querés seguir llamándote peronista”.
Uno de los ejemplos que dio sobre el descuento del mínimo no imponible, tomando como remuneración bruta 10 mil pesos. “Hay una creencia que Estado arrebata a cada trabajadores una suma millonaria” pero para una remuneración mensual de 10 mil pesos, de un empelado soltero, hay que tomar en cuenta que el primer descuento no es ganancia, sino aportes personales. “El 11% va a jubilación 3% a la obra social, 3% para el Pami, la cuota sindical que se descuenta que oscila el 1,5 o, 2 y 3%. Todo esto conforma el 17%. Sobre el remanente recién se aplica el impuesto a los ingresos altos”.
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