El Senado paraguayo destituyó de su cargo al presidente de la República, Fernando Lugo, en jornada relámpago señalada como ruptura del orden democrático del país y calificada de "golpe de Estado parlamentario"
A nueve meses de las próximas elecciones, el Congreso destituyó por 39 votos a favor al presidente de Paraguay, Fernando Lugo, por "mal desempeño en sus funciones", en un juicio político express cuestionado tanto por la Unasur como por la Organización de Estados Americanos, cuyo secretario general, Miguel Insulza, minutos antes de la votación, advirtió sobre las consecuencias negativas que podría acarrear en la vida democrática del país.
Lugo, a quien sucedería su actual vicepresidente Federico Franco, del conservador Partido Liberal, calificó el proceso en su contra de "golpe parlamentario con ropaje jurídico".
Luego de que la defensa completara sus alegatos, los fiscales acusadores Oscar Tuma y Carlos Liseras, del Partido Colorado; Clemente Barrios y José López Chávez, de la Unión de Ciudadanos Eticos (Unace), y Jorge Alvarez, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) presentaron los argumentos que, a su juicio, justifican la destitución de Lugo.
Poco después de la votación, la policía comenzó a reprimir con gases lacrimógenos y carros hidrantes a los manifestantes que apoyaban a Lugo, en la puerta del Congreso.
Lugo: "Esta noche salgo por la puerta más grande de la Patria, la del corazón de mis compatriotas".
Lugo aceptó su destitución y advirtió que "la historia y la democracia paraguayas fueron heridas". "Hoy no es Fernando Lugo el que recibe un golpe, es la democracia paraguaya".
En la primera reacción luego de su destitución de la Presidencia del Paraguay, Fernando Lugo, expresó que se sometía a la decisión del Congreso.
Lugo, que estaba por cumplir cuatro años en el poder, manifestó que estaba dispuesto a responder por sus actos “como ex mandatario nacional”.
Exhortó a que no se niegue a los ciudadanos el derecho de manifestar su opinión y llamó a que cualquier manifestación sea “con aristas pacificas”.
“Hoy me despido como Presidente de la Republica, pero como ciudadano paraguayo he de servir a esta nación donde me necesita, tal como lo había jurado”.
Lugo recalcó que no responde a clases políticas, a la mafia ni al narcotráfico sino a los más humildes y excluidos.
Los cancilleres de la Unasur calificaron como un acto “fuera de todo orden constitucional y fuera de todo orden establecido” a la destitución del presidente constitucional de la República del Paraguay, Fernando Lugo.
Fuentes: Prensa Latina, Página 12, Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica, ABC, Clarín, Infonews, TELAM.
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