jueves, 21 de junio de 2012

Ganancias alcanza sólo a uno de cada diez trabajadores

Apenas uno de cada diez trabajadores en la Argentina está alcanzado por el impuesto a las Ganancias; es decir, empleados que pertenecen a una verdadera “elite”, cuyos salarios están bien por encima del promedio de la economía, que es de $5.448 y no se encuentra gravado.

El impuesto a las Ganancias sólo lo pagan los trabajadores que ganan mensualmente más de $7.997,5, en el caso de los casados con hijos; y los que perciben por encima de $5.782,1, cuando se trata de solteros sin hijos.

Tomando datos del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) elaborados con información de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (EPH-INDEC), en 2011 sólo tributaron por impuesto a las ganancias 17% de los asalariados registrados, es decir, el 12% de los trabajadores totales.

Visto de otra forma, en la actualidad pagan impuestos a las Ganancias el 12% de los trabajadores que más ganan en el mercado laboral, esto es, su elite.

Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) hablan de más de un millón de trabajadores alcanzados por este tributo. La cifra parece grande si se la mira así, sola. Pero deja a un costado que ese millón y medio de trabajadores que tributa Ganancias lo hace, mientras otros 13 millones de trabajadores no están alcanzados por el impuesto.

La CGT llama entonces a un paro nacional; toma una medida que afecta a los 14,5 millones de trabajadores, para defender los intereses de un millón y medio de ellos, que son los que más ganan de todos.

Según el economista Santiago Fraschina, de CIFRA, “un argumento frecuentemente utilizado para criticar el impuesto a las Ganancias es que desde el 2003 el mismo ha alcanzado cada vez a más trabajadores”.

“Sin embargo, se omite señalar que la mayor parte de los nuevos trabajadores que tributan el impuesto a las Ganancias lo hace por el aumento del poder adquisitivo del salario”, subrayó Fraschina.

Puntualizó que “en efecto, el piso del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias aumentó desde 2003 más de lo que aumentaron los precios, no sólo considerando el IPC del INdEC, sino también utilizando fuentes alternativas como las mediciones de los institutos de estadísticas provinciales”.

"Es decir, los nuevos trabajadores que pagan Ganancias lo hacen, mayormente, porque sus salarios reales han aumentado", afirmó el analista.

Con respecto a las asignaciones familiares, destacó que “en la actualidad la perciben los trabajadores en blanco que cobran un salario menor a los $5.200 por mes”.

Tomando nuevamente los datos del CIFRA, en 2011 lo cobraron el 40% de los trabajadores asalariados. Es decir, que lo perciben los trabajadores que menos ganan dentro del mundo de los asalariados registrados.

“Si eliminamos el impuesto a las Ganancias y generalizamos las asignaciones familiares, sólo repercutirá en los trabajadores que más ganan, aumentando la desigualdad social al interior de los asalariados”, aseguró Fraschina.

Remarcó que “las medidas reclamadas por el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, apuntan a los trabajadores que se encuentran en la pirámide de los asalariados, olvidándose de los trabajadores que menos ganan”.


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