Me da la impresión de que hay una cierta propuesta de la derecha de linchar moralmente a Fito Páez. Porque Fito se pronunció desde la inmensa libertad que ha sabido ganarse. Fito les dice a millones de personas: “No me importa si no compran mis discos, si no van a mis recitales: yo los rechazo”, dice este gran artista popular “rosarino”, como remarcan algunas crónicas para recordarle que ni siquiera es de la Capital Federal. Fito se comporta con la bravura de todos los artistas comprometidos de la historia. Fito es Charly, es Gieco, es Heredia. Es un hombre libre que arriesga logros materiales y rompe con la adicción a la aprobación que tiene mucha gente. Los políticos, por ejemplo. Los que no se animan a ir contra la corriente en la que están inmersos.
Una sociedad que puede asistir cómplicemente al pedido de diarios que no quieren que les quiten la plata que ganan con la publicidad de la prostitución en nombre de la libertad de expresión. Esa misma sociedad que no soporta lo que alguien, asumiendo riesgos, dice en nombre de su propia libertad de expresión, seguramente provocándose el perjuicio de la alta exposición en la que nadie está cómodo. Pero con la misma energía. No la energía solapada de quienes han hablado del voto cuota o el voto clientelista. ¿El voto clientelista es respetuoso del votante? ¿De qué se habla cuando se habla del populismo, sino de las mayorías que se dejan convencer fácilmente por medidas demagógicas? El voto cuota es el voto de los pequeños individuos que votan pensando en su propio beneficio. El voto populista es el de los que son débiles supuestamente frente a los ofrecimientos facilistas. El voto de los ignorantes es el voto de los que supuestamente no están preparados para pensar en política. Todo el tiempo hablamos de esto y condenamos a mayorías o sectores que piensan como piensan.
Perdónenme, ¿yo entendí mal o Vargas Llosa habló duramente de la Argentina, o de una parte de la sociedad argentina, cuando se expresaba? Habló del Gobierno. Con el Gobierno debe haber gente que está de acuerdo. ¿Hablaba o no de una parte de la sociedad argentina, la condenaba o no? Y no lo defenestraron. Por el contrario, los que ahora están enojados con Fito en nombre de la libertad de expresión dijeron: “Viva Vargas Llosa, protejámoslo”.
Siempre hay un comportamiento señalado negativamente en el ordenamiento social. Charly jovencito tenía asco por los que apoyaban la dictadura y sólo era valorado por los que pensaban como él, una minoría. Tuvo que pasar mucho tiempo para tener el reconocimiento de las mayorías. Pero para eso jugó desde las minorías. Que es lo que vale finalmente. Porque con la mayoría todos podemos sentirnos mucho más fuertes. “La democracia en Venezuela no sirve, es populista, es autoritaria”, porque no es la liberal que muchos quisieran. ¿Pero se vota o no? Es democracia o no en tanto es decisión del pueblo. Se puede decir, se dice. En Austria ha ganado más de una vez el nazismo. ¿Puede un artista decir que eso le provoca rechazo? Desde la derecha, ¿hablarán en serio cuando el intolerante es Fito y no cuando ellos llenan sus páginas de un odio a todo lo que sea popular? Hay explicaciones posicológicas, sepamos verlas o no, para todo comportamiento social. La cuestión es dar pelea o no, dar la cara o no. Así haya que esperar años o el resto de la vida para tener un poco de razón.
Por Víctor Hugo Morales.
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