Dentro del PRO temen por al avance de Cristina, quien ha salido a recorrer territorio y fue recibida con amor por su pueblo en todos lados. Hacen timbrazo en todas las provincias para participar a los desencantados socios radicales que se ven relegados en las decisiones de gobierno.
Esta semana, Cristina visitó la ciudad bonaerense de Ensenada y fue recibida con un "vamos a volver, vamos a volver" de su pueblo. Y a poco de empezar a hablar, alguien le gritó que ella era la conductora. "¿Saben lo que quiero? Que no digan 'Cristina conducción', sino que digan 'Cristina militante', junto a ustedes, porque son momentos difíciles para nuestro pueblo", afirmó.
En esa ocasión, la presidenta -mc- llamó a sumarse a las comisiones internas de las fábricas. "Necesitamos que los jóvenes se incorporen a la militancia sindical, porque es imprescindible articular a los trabajadores, porque están yendo contra ellos con un proyecto de precarización laboral y reducción de salarios", evaluó.
En ese mismo acto, el intendente de Ensenada, Mario Secco, marcó que "a Macri lo pone nervioso estos actos".
A todo esto, hay que sumar la tremenda derrota para Macri con costo político aún incalculable, que significó el fallo de la Corte y alteró sobremanera los nervios de la Casa Rosada.
Con respecto a esto último, uno de los funcionarios que participó, ayer, en Olivos de la cumbre para analizar los próximos pasos de la política energética se lamentaba de que no existiera un fusible. “Ojalá hubiera sido Aranguren. Con su renuncia podríamos haber dado una señal para minimizar los costos”, decía.
Uno de los dirigentes que integran el círculo más cercano al Presidente, señaló que Macri sigue tan molesto como el jueves con los integrantes de la Corte. "Tuvieron que contenerlo a Macri para que no salga públicamente a manifestarse en contra del fallo por la bronca que le había generado la decisión de la Corte Suprema de la Nación", agregó.
Puertas adentro del Gobierno señalan que "lo que Macri no escuchó, lo escuchó la Corte. Macri no quiso escuchar los dos multitudinarios ruidazos que llevo adelante la ciudadanía, lo escuchó la Corte. Macri no quiso escuchar los planteos opositores -en particular del bloque FPV-PJ-, lo escuchó la Corte. Macri no quiso escuchar a los tribunales inferiores, a los jueces que a lo largo y ancho del país que recibieron las cautelares y le dieron una oportunidad de enmendar su error, lo escuchó la Corte".
Por esto, y con la excusa de “consultar a los vecinos sobre la gestión de gobierno”, hoy, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodriguez Larreta junto a funcionarios nacionales y provinciales montaron una nueva puesta en escena (como la de Macri yendo al baño en una casa en Mendoza, que luego se supo, estaba pautado desde el día anterior): el Timbreo Nacional.
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