Se destacaron las columnas de los judiciales porteños (Vanesa Siley - SITRAJU), la Asociación Bancaria, ATE (Daniel Catalano), aeronáuticos de APA, columnas de la UOM y los camioneros de Pablo Moyano. También se supo de la presencia del metalúrgico Francisco Barba Gutierrez.
Los oradores fueron Hugo Yasky de la CTA de los Trabajadores, Pablo Micheli de la CTA Autónoma, Pablo Moyano de camioneros y Sergio Palazzo que tuvo a su cargo nada menos que el cierre del acto.
Meses atrás empezó a sonar el nombre del dirigente bancario como el candidato promovido por el moyanismo para conducir la central. A pesar de los llamados a la unidad y el tono conciliador, los discursos reivindicaron, una y otra vez, la experiencia del MTA y la CTA en la década de los noventa, que implicó, en los hechos, un bloque opositor a las reformas menemistas que precipitaron la ruptura de la CGT.
En el día de ayer la conducción cegetista ratificó su aval al proyecto de reforma laboral sin la presencia de Pablo Moyano, que envío a un representante de su gremio. El dirigente camionero, en la plaza, señaló que “dijeron que me habían desautorizado pero acá hay muchos miembros del consejo directivo apoyando”. En el palco, en realidad, sólo estaba su hermano Facundo, aunque en la plaza se vieron columnas de la UOM y se supo de la presencia del metalúrgico Francisco Barba Gutierrez.
Moyano señaló que “no es casualidad que los que peleamos en los noventa con el MTA hoy estemos acá de nuevo”. Pablo Micheli destacó que “esta unidad de acción, es un nuevo momento sindical” y lanzó un mensaje para la conducción de la CGT: “Hay algunos compañeros que no la están entendiendo, nadie se salva solo”, y continuó: “aquellos que le dieron plasfón y consenso a la reforma, se equivocaron. No quiero pensar otra cosa. Tienen que estar acá con los trabajadores y dirigentes que quieren pelear”.
Yasky, por su parte, la emprendió con que el gobierno de Macri “quiere que seamos como Perú, Colombia y México, países sin derechos de los trabajadores ni sindicatos”, y destacó la presencia de las organizaciones Pyme contra las grandes empresas que “están con el FMI” y no con la producción y la creación de empleo".
Micheli cerró su discurso reclamando “un espacio donde estén las centrales, los empresarios, la iglesia y el gobierno. Queremos un diálogo social para resolver desde el problema de los mapuches hasta el de los trabajadores”.
En la misma sintonía, Moyano, agradeció “las declaraciones de la iglesia" y sugirió "a los legisladores que tomen esas palabras y no voten la ley que va a hipotecar el futuro de millones de jubilados.”.
Palazzo, destacó un informe de la OIT que muestra que las leyes de flexibilización laboral en el mundo generaron pérdida de puestos de trabajo y desafió: “Que no nos vengan con el verso de que bajando impuestos a la seguridad social se crea empleo”.
Además, el dirigente bancario se refirió a los legisladores “que se dicen opositores y que nos invitaron a votarlos porque no iban a votar en contra de los trabajadores y los jubilados” y, provocativamente, expresó: “Que yo sepa la UCR nació para defender a los desposeídos y el peronismo para defender y darle una rica historia de derechos sociales a los trabajadores. Están tirando esas convicciones por el inodoro votando en el Congreso las leyes que afectan el pueblo argentino”.
Por último, Sergio Palazzo anunció que “este espacio que se ha constituido va a renuirse para definir la continuidad de un plan de lucha que nos va a tener en la calle. Hoy empieza la lucha hasta voltear estas reformas del gobierno".
La masividad de la convocatoria también destacó por el entusiasmo de los manifestantes a la hora de repudiar al gobierno. En la desconcentración se percibía una voluntad de continuar hasta que sea necesario para impedir que avancen las leyes en el Congreso.
Fuente: TiempoArgentino
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