Los expositores que participaron de las mesas de debate pusieron especial énfasis en el rechazo al actual sesgo corporativo de la denominada `familia judicial`; la discrecionalidad en la administración de los fondos por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación –atribución originaria del Consejo de la Magistratura-; a la falta de transparencia en los nombramientos; a la ausencia de un sistema generalizado de concursos, y a la impronta conservadora de las cúpulas del Poder Judicial.
La Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, encargada de abrir en encuentro fue ovacionada cuando, tras historiar la pérdida de derechos sociales, previsionales y laborales con la políticas neoliberales, se preguntó “dónde estaban las asociaciones de magistrados, el interés por la independencia de la justicia, dónde estaban la cautelares que son furor hoy”.
En un discurso de tono fuertemente crítico a las pautas de funcionamiento de la justicia, Gils Carbó dijo que el objetivo de la reunión no era modificar las reglamentaciones internas del Poder Judicial sino “el paradigna del juez impasible frente a la desigualdad de las partes, mientras esta desigualdad se traslada a los pleitos”.
Entre los primeros oradores figuraron el juez de casación bonaerense Daniel Carral; Alejandro Slokar, integrante de la Cámara nacional de Casación Penal y Alicia Ruiz, del Tribunal Supremo de la Ciudad de Buenos Aires, quienes agregaron matices al reclamo común de “reconciliar la justicia con la ciudadanía”.
También participó el ex titular de la Oficina Anticorrupción, José Massoni; el presidente de la Cámara del Crimen, Gustavo Bruzzone; la ex presidenta de la Camara de Casación, Angela Ledesma; los jueces federales Carlos Rosanki, Mario Portela, Fernando Povina, Juan Carlos Reinaga, y los fiscales Mónica Cuñaro, Jorge Auat, Angel Osorio y Felix Crous, flamante titular de la Procuraduría contra el narcocrimen.
La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, invitada como símbolo del compromiso de la convocatoria de los derechos humanos, según un folleto repartido entre los presentes, recordó las décadas que tuvieron que esperar para encontrar justicia al tiempo que elogió la iniciativa para que los jueces paguen impuesto a las ganancias.
Cuando estaba por finalizar la jornada, el secretario general del Sindicato de Empleados Judiciales, Julio Piumato, pidió el micrófono recién llegado al lugar, pero debió interrumpir su discurso por un abucheo generalizado del auditorio, incluyendo los empleados judiciales que se encontraban presentes.
En medio de los silbidos, Piumato decidió dejar el micrófono y se retiró inmediatamente del lugar, ante la reprobación de sus representados.
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