"¡Fuerza, juez!", gritó un hombre desde la platea y, entonces, con la sala del Cervantes ya iluminada, el público, que comenzaba a retirarse, advirtió la presencia del ministro de la Corte. Un aplauso cerrado se irradió en el auditorio y, de a poco, el gesto de respaldo envolvió todo el teatro.
Zaffaroni agradeció el apoyo con un ademán, pero debió demorar su salida para estrechar la mano de una fila de espectadores que se formó para saludarlo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario