El presidente del Banco Nación demandó a la Argentina por 770 mil dólares por el default de títulos públicos que había comprado en 2001. Luego entró al canje de 2010. En 2013 dijo que los fondos buitre son “tipos de buena voluntad”.
El presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, fue uno de los bonistas que inició juicio contra la Argentina en el juzgado de Thomas Griesa. Demandó al país por más de 770 mil dólares en títulos públicos, de los cuales la mayor parte los había adquirido a fines de 2001, en plena timba financiera. Melconian siguió en ese momento el camino de Paul Singer, según él mismo admitió ayer en Twitter, aunque aclaró que en 2010 desistió de la demanda porque ingresó al segundo canje de la deuda externa. Luego, el funcionario formó parte de la negociación para cerrar el acuerdo con los buitres por parte del Gobierno de Mauricio Macri. Melconian calificó en 2013 a los fondos buitre como “tipos de buena voluntad” y recomendó en 2014 “ir al juez (Griesa) y decirle, bueno, ¿cuánto es esto?” en relación al litigio en contra de la Argentina.
El 6 de febrero de 2009 en el Distrito Sur de la ciudad de Nueva York el juez Thomas Griesa aceptó la demanda 10.656 que un grupo de bonistas iniciaba en contra de la Argentina. Entre los inversores demandantes figuraban Michael Heeb, Roberto Claudio Pitronaci, Alberto Guillermo Hillcoat, Elena Graciela Martínez, Enrique Sebastián Palacio Minetti y Carlos Alberto Melconian. El actual presidente del Banco Nación y candidato hasta último momento del macrismo para ocupar el Ministerio de Hacienda adquirió a finales de 2001, en plena timba financiera previa a la explosión de la convertibilidad, 647.268 dólares en bonos externos globales bajo el código US040114GF14 emitidos en junio de ese año y con vencimiento el 19 de diciembre de 2008. También compró 125 mil dólares en bonos externos globales emitidos en 1997 con vencimiento en 2007 bajo el código US040114AR16. Esta información fue difundida ayer por el portal de noticias nuestrasvoces.com.
“Al momento del default tenía títulos de la deuda pública e inicié gestiones judiciales en los juzgados correspondientes. Terminé obteniendo sentencia favorable en la Corte Federal de Nueva York”, admitió ayer Melconian a través de su cuenta de Twitter. Aunque aclaró que “allá por 2010, en oportunidad del canje ofrecido por el gobierno anterior, sentí que era momento de dar por terminado este capítulo. Ingresé al mismo y en simultáneo desistí de la demanda en cuestión, como exigía la propuesta oficial”.
Sin embargo, el economista no ofrecía esta información vinculada a su actuación judicial en contra de la Argentina cuando tenía que referirse públicamente a la cuestión de los fondos buitre. Por ejemplo, en agosto de 2013 decía que “los fondos buitre son tipos que de buena voluntad compraron títulos para ahorrar”, y agregó que “la Argentina tuvo históricamente una actitud garca con los acreedores. Es que si un amigo te debe guita y no te paga es un garca. El país ha hecho eso muchos años con distintos gobiernos”. Melconian no aclaraba que lo de los “tipos de buena voluntad” era en realidad una autorreferencia.
En 2014, Melconian cometió un furcio que ahora cobra otra entidad. En relación a la sentencia emitida por la Corte Suprema de los Estados Unidos, dijo que “hay un juicio ganado –en lugar de un juicio perdido– y tiene precio” y agregó que “en el himno al pragmatismo hay ir y decir, bueno, ¿cuánto es esto?”.
El funcionario, que en su momento compró bonos en un contexto de fenomenal especulación financiera para aprovechar rendimientos desorbitantes, que rechazó el canje de 2005 y que litigó en contra del país hasta 2010, según su propia versión, fue uno de los elegidos por el macrismo para negociar con los fondos buitre el acuerdo para cancelar los juicios. Tampoco Melconian sugirió dar un paso al costado de esas gestiones teniendo en cuenta su pasado reciente. En octubre de 2015 trascendió que Macri envió a Melconian a los Estados Unidos para mantener una reunión con Paul Singer y avanzar en un acuerdo. En abril de este año el Gobierno cerró el arreglo con los fondos buitre a través de un pago por 16.500 millones de dólares. La inversión de NML Capital, de Singer, fue en su momento de 177 millones de dólares y luego recibió 2426,6 millones. Argentina pagó el costo de los honorarios de sus asesores legales y de juicios que el fondo había perdido, como el embargo de la Fragata Libertad.
En su declaración jurada patrimonial de 2015, Carlos Melconian dijo poseer activos por 77,6 millones de pesos, de los cuales unos 65,8 millones están depositados en el exterior. Dijo que solo traerá una parte de ese capital y que “resguardará una parte” para sus hijos fuera del país. Posee acciones de grandes empresas con cotización en Nueva York, como Petrobras, YPF, Banco Macro, Cresud, BBVA Banco Francés, Tenaris, Basf, Sanofi, Apple, Google y Starbucks, entre otras. Las tenencias de bonos argentinos con vencimiento en 2017, 2024 y 2027 fueron incorporadas al patrimonio recién en diciembre de 2015, en ningún caso figuran bonos comprados en 2010 con el canje, lo que no significa que no haya participado de la operación, porque los pudo haber vendido.
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