domingo, 16 de septiembre de 2012

Enojados cool: otra descripción de ese breve par de horas de cacerolazo en la nochecita del jueves

El ruido de la cacerola se hace para que la gente se percate de que está vacía, se utiliza esta forma de protesta cuando las condiciones son tan miserables que los manifestantes no tienen qué comer... ¿?



El que escribe vive muy cerca de la Quinta de Olivos.


Cuando auscultó que la cosa venía sonora, salió a la calle.


Primera sorpresa: las manzanas del barrio estaban atestadas de coches de buenas marcas estacionados a la que te criaste, como ocurre en el barrio River cuando hay recital.


Mucha gente yendo a una manifestación en auto no impugna a la manifestación, apenas señala un posible origen social.


Y sólo un origen posible, porque una vez que el que escribe se fue metiendo entre los varios miles de manifestantes que se juntaron ante la Quinta, confirmó ciertas caras algo desagradables (esa cosa entre pituca y prepotente de ostentar la centralidad de sí mismos, pibes de colegios privados caros): reclaman por el dólar, huelen a perfume francés, todos odian a la negrada. Sí, en el cacerolazo hay una dolorosa exhibición de ausencia de madurez política, de ignorante ceguera (por querer convencerse de que en este país no se vive en libertad) y un tipo de fanatismo que causa espanto.


Sí, los caceroleros se juntan sacados y su agenda es heterogénea, bizarra y reaccionaria a la vez, endeble, sin propuestas. A menudo los peores entre ellos se complacen en ostentar un tipo de discurso repugnante, por clasista, expulsivo, autoritario.





Efectos políticos de la protesta: “es más ruido que otra cosa”

“La protesta fue importante. Eso no quiere decir que sea representativa –señala Ignacio Ramírez, de la consultora Ibarómetro–. Me parece que todavía es más ruido que otra cosa.


Plantear que nació la oposición al Gobierno es una fantasía. En octubre del año pasado, el 46% de los votantes ya había elegido opciones que no eran el kirchnerismo.” Ramírez reforzó sus dudas sobre el nivel de representatividad de la protesta del jueves con datos concretos. Dijo que algunas de las últimas medidas del Gobierno, como la estatización del 51% de YPF y el plan de viviendas Procrear, “tuvieron un nivel de adhesión del 70%. Esto indica que son políticas con las que está de acuerdo mucha gente que no votó al oficialismo”.

 

Extraído de notas de Eduardo Blaustein y Demián Verduga

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