"Brasil está más expuesto en los mercados financieros internacionales. Argentina no corre riesgo de sufrir un shock financiero".
América Latina y los mercados emergentes se vieron menos afectados por la crisis y se recuperaron más rápidamente porque reorientaron sus políticas económicas para desarrollar la demanda interna”, señaló ayer el economista alemán Detleff Kotte al presentar en Buenos Aires el informe anual de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, por sus iniciales en inglés) correspondiente a 2010. “Durante años basaron su economía exclusivamente en las exportaciones y notaron que eso los hacía muy vulnerables. Ahora están demostrando que aprendieron la lección y se concentran en promover el mercado doméstico. Este es un fenómeno nuevo y muy bueno para estos países”, analizó Kotte, uno de los autores del estudio.
El informe, titulado “Desafíos de las políticas económicas en el mundo después de la crisis”, advierte que “la recuperación económica está perdiendo impulso en las economías desarrolladas”. Al mismo tiempo destaca que los países en desarrollo –entre los que ubica a la Argentina– “han recuperado las tendencias de crecimiento anteriores a la crisis” pero podrían verse afectadas por la recesión de los países desarrollados.
Consultado acerca de cómo puede afectar a la región un recrudecimiento de la crisis mundial, Kotte respondió que Brasil está más expuesto en los mercados financieros internacionales que la Argentina.
Según el consultor de la UNCTAD, nuestro país “no corre riesgo de sufrir un shock financiero, pero sí puede verse afectado por la volatilidad de los precios de las materias primas”. Para reducir esa posibilidad, “lo que debería hacer es mantener bajas las tasas de interés para no atraer capital especulativo”, sugirió.
El informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2011, que fue presentado simultáneamente en Ginebra y otros países integrantes de la ONU, hace hincapié en que la economía mundial se está desacelerando –bajó del 4% de crecimiento del PBI en 2010 al 3% en 2011– y que un ajuste fiscal prematuro, como el que estos días discuten las principales potencias, “pone en peligro la recuperación económica mundial”.
Según remarca la UNCTAD, una reducción del gasto público podría reducir aun más el crecimiento del PBI y los ingresos fiscales perjudicando el saneamiento de las finanzas. Adicionalmente, seguir estas recomendaciones sería, para el organismo dependiente de la ONU, como volver a confiar en las instituciones, incluidas las agencias de calificación crediticia, que llevaron al derrumbe del sistema financiero.
El organismo multilateral –que fue creado en 1964 para el estudio integrado del comercio, el desarrollo y las cuestiones conexas en las esferas de las finanzas, la tecnología, las inversiones y el desarrollo sostenible– afirmó que es necesario reformar el sistema monetario internacional e imponer una regulación más estricta a los mercados financieros para que controlen mejor los movimientos de capital especulativo. Para ello, concluye, es fundamental la coordinación de políticas comunes en un marco de cooperación internacional.
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