Diálogo con Carolina Moisés, diputada provincial del Frente Primero Jujuy y joven militante que entró a la política a los 22 años, con un título de politóloga. Hoy tiene 36.
Además del cargo legislativo provincial fue diputada nacional por esa provincia gracias a una gestión del ex presidente Néstor Kirchner en 2005. Compartió lista con Carlos Snopek y ambos fueron electos. Kirchner había quedado deslumbrado con la juventud de Moisés y le ofreció trabajar en el gabinete. Ella le contestó que prefería construir en Jujuy desde el Congreso. Néstor cumplió su palabra.
Moisés formalizó su candidatura a la gobernación jujeña la semana pasada. Contó que está esperando que le den la boleta de adhesión a la de Cristina Fernández, a quien apoya de manera incondicional. En 2007, el Frente Primero Jujuy estuvo apunto de arrebatarle el poder a Walter Barrionuevo, delfín de Eduardo Fellner. No lo logró por tres puntos. La fórmula la encabezaba Snopek. Ahora buscará revancha.
—¿Cómo repercutió su candidatura?
—Fue una sorpresa para muchos. Estamos planteando una alternativa desde el kirchnerismo y sumando muchos candidatos jóvenes. Nosotros ya tenemos concejales en todos los municipios y representantes en toda la provincia.
—¿Su candidatura fue impulsada por la Casa Rosada?
—Mi candidatura está avalada por un sector del Gobierno.
—¿Qué opinión tiene de Eduardo Fellner?
—Fellner en una etapa hizo mucho por Jujuy, pero el modelo de conducción que ha generado en la provincia está totalmente desgastado y agotado y no representa los valores del gobierno nacional y popular. El gobierno de Barrionuevo hizo una muy mala gestión. Es como si en Jujuy hubiéramos quedado paralizados por cuatro años. Hay una concentración de poder muy fuerte del oficialismo que no permite la democracia interna y ha fagocitado a todas las fuerzas políticas que existían. En ese escenario creemos en la renovación dirigencial para Jujuy.
—¿Cómo evalúa el conflicto por la toma de tierras?
—Demuestra que hay falta de gestión. En Jujuy hay tierras y hay una gran inversión en viviendas por parte del Gobierno nacional, pero los fondos no fueron bien usados por Barrionuevo porque o no terminaron las casas o se terminaron pero no se hicieron las obras de agua y cloacas. En San Pedro había 900 casas construidas y no se habían entregado. El Gobierno nacional había invertido, pero la desidia del gobernador hizo que estallara un conflicto que estaba latente.
Fuente: Perfil.
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