"Pudo haber pasado en cualquier país, en Francia o a seis mil kilómetros de distancia: son bestias asesinas de las que hay en todo el mundo".
En su último día de visita oficial a Francia, la presidenta Cristina Fernández se reunió ayer en París con su par francés, Nicolás Sarkozy.
En uno de los días más difíciles de la historia del euro, antes de su crucial videoconferencia con Angela Merkel y Papandreu para discutir la suerte del euro en Grecia y después de la delicada y primera visita del presidente de Ruanda tras el genocidio en su país, en el que Francia fue sospechada de interferencia, la reunión con Cristina fue una bocanada de aire fresco para el jefe de estado francés.
Durante el encuentro, realizado en los jardines del Palacio del Elíseo, el mandatario francés expresó sus felicitaciones por el "esclarecimiento" del crimen de las dos estudiantes francesas asesinadas en Salta en julio último, en tanto la presidenta le entregó una carpeta con toda la información actualizada sobre la investigación del crimen de Cassandra Bouvier y Houria Moumni.
Sarkozy estimó que la resolución del caso policial "fortaleció la credibilidad de la Argentina", al tiempo que sostuvo que ese hecho "pudo haber pasado en cualquier país, en Francia o a seis mil kilómetros de distancia: son bestias asesinas de las que hay en todo el mundo".
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