sábado, 20 de abril de 2013

Pasado el "Boom de la solidaridad" quedan los militantes, el Ejército, la Cruz Roja y la Fundación SI trabajando en tareas solidarias como reconstrucción de viviendas, de plazas y limpiezas de las calles aún anegadas

Militantes de diferentes distritos de la provincia de Buenos Aires llegaron desde muy temprano a La Plata, para continuar con la etapa de reconstrucción en los barrios más afectados por el temporal.



Para esta etapa, la organización ha previsto la implementación de los Centros de Organización Local (COL), lugares donde se centralizan todas las políticas públicas del Estado Nacional que llegan hasta los vecinos ubicados en las zonas más afectadas.

En los COL se encuentran instalados puestos de Anses, Pami, Documentación, Desarrollo Social de la Nación, CAJ (Centro de Acceso a la Justicia) y el Ministerio de Salud de la Nación, entre otros.

Hay centros ubicados en los barrios San Carlos, Ringuelet, Tolosa, Altos de San Lorenzo, Los Hornos, Villa Elvira y en la localidad de Berisso.

Los COL funcionan en instituciones intermedias como Clubes, Centros de Fomento o de jubilados desde los cuales se descentralizan los recursos materiales y humanos (militantes y vecinos voluntarios) y se destinan a la realización de tareas solidarias que están programadas para la jornada de hoy como reconstrucción de viviendas, de plazas y limpiezas de las calles aún anegadas. 



Vecinos y militantes convierten en plaza un baldío inundado

 En el baldío ubicado en un barrio de casas bajas a la vera del arroyo El Gato, que el 2 de abril vio como el agua superaba 1,80 metros en las casas, Esteban, militante de La Cámpora de Tolosa, explicó que el lugar "tenía pastizales de más de un metro y con la inundación se había convertido en un barrial".

Subrayó que "además el agua había colapsado los desagües y había reventado el asfalto. Por eso decidimos venir acá a dar una mano".


Esteban participó la semana pasada de las jornadas solidarias "junto a compañeros de distintas provincias y organizaciones" y recordó que "hubo más de 200 personas cortando pastizales y rehaciendo los desagües porque hubo que hacer cientos de metros nuevos".


"Lo más importante para nosotros fue volver a crear el vínculo de los vecinos con el Estado, porque para ellos fue todo un acontecimiento que desembarcáramos acá muchas organizaciones políticas acompañadas por más de 10 camiones del ejército y no entendían mucho lo que pasaba, pero empezaron a acercarse y la articulación fluyó naturalmente", explicó.


Esteban destacó "el trabajo en conjunto donde los vecinos se apropiaron de esto que ahora es una plaza, con una canchita y con juegos, y ya están haciendo planes sobre cómo mantenerla".


"Ese es un saldo muy positivo, al margen de que estas jornadas de trabajo también permiten que distintos organismos del Estado lleguen a estos barrios y los vecinos accedan a servicios por los que normalmente tienen que trasladarse", aseguró.


Por su parte, Viviana, quien vive hace más de 20 años junto al arroyo el Gato con su marido, le contó que "lo único que rescatamos durante la inundación fue nuestro colchón porque tenemos la cama en el primer piso; el resto lo perdimos todo y sinceramente no sabíamos qué iba a ser de nosotros".


Para Viviana, "al ver aparecer a los chicos con remeras de todas partes del país y de distintas organizaciones arriba de los camiones del Ejército no entendíamos nada, pero al rato cuando vimos que estaban cortando el pasto nos empezamos a acercar y sentimos que es reconfortante ver que hay gente que no se olvida de uno, a la que le importamos, y que viene a darnos una mano".


"Con los chicos trabajamos dando una mano en lo que podemos, algunas mujeres cocinamos mientras los chicos arreglan la plaza y algunos vecinos prestan lugar para guardar las herramientas para el otro día. Me parece que la inundación al final sirvió para unir al barrio", afirmó la vecina. 


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