Para esta misma fecha pero del año pasado, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informaba que en el octavo fin de semana largo del año, las personas que habían viajado por la Argentina habían generado ingresos directos por 1.386 millones en las economías regionales.
Para el fin de semana largo pasado, la Cámara indicó que esos ingresos fueron de 1.734 millones. Esas cifras reflejan una realidad: los argentinos han reducido significativamente sus gastos en turismo.
Si tenemos que la inflación interanual fue de aproximadamente el 45 por ciento, el total global del último fin de semana largo de este noviembre debió superar los 2.012 millones de pesos; no obstante, sólo llegó a los 1.734 millones.
Como resumen, vale advertir que, teniendo en cuenta la escalada inflacionaria de este año, se ve una fuerte caída en el consumo turístico de aproximadamente el 20 por ciento con relación al año pasado.
Desplome que se agudiza al saber que, según la misma CAME, las ventas –medidas en cantidades– fueron 5 por ciento menores a las del mismo feriado el año anterior.
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