sábado, 17 de marzo de 2012

Con la presencia de Amado Boudou, Juan Manuel Abal Medina, Carlos Tomada y Juan Cabandié; Ricardo Pignanelli asumió en SMATA

"Un modelo de país hizo que nosotros saliéramos del infierno, porque nuestra actividad es muy particular dentro del movimiento obrero, porque es la primera que se cae y la última que se levanta. Por ahí no se entiende el fanatismo que nosotros le ponemos al modelo y no se entiende que laburamos codo a codo con el gobierno, y cuando nombro al gobierno hablo del Ministerio de Industria, de la Secretaría de Comercio o de Tomada, y por ahí no se entiende porque se piensa que estamos a la sombra del poder. Uno no está en la sombra del poder. Uno está defendiendo lo más sagrado que tiene el hombre que es la dignidad del trabajo, dignidad del trabajo que nos lleva a tener dignidad como padres y jefes de familia y nos lleva a que no perdamos las convicciones y el modelo de familia que supimos tener".



El titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Ricardo Pignanelli, aseguró que "los jóvenes son el futuro, pero no el futuro del futuro, son el futuro ya".

Lo hizo al asumir la secretaría general del gremio, durante una ceremonia que contó con la presencia del vicepresidente Amado Boudou; el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; y los ministros de Trabajo nacional, Carlos Tomada, y bonaerense, Oscar Cuartango.

Asistieron además el intendente de La Matanza, Fernando Espinosa; los diputados nacionales Eduardo "Wado" De Pedro, Carlos Kunkel, Carlos Gdansky y Luis Cigonia; el presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde; el titular de la Anses, Diego Bossio; el legislador porteño Juan Cabandié y el secretario Administrativo del Senado Nacional, Juan Zabaleta.

También hubo representación sindical en la ceremonia, integrada por los dirigentes Antonio Calo y Roberto Bonetti (UOM); Jorge Lobais (Textiles); Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y Enrique Venturini (electricistas navales).

Ante un auditorio colmado y donde reinó el bullicio de los bombos y trompetas, así como los cánticos identificatorios del gremio, Pignanelli pronunció un emotivo discurso cargado de vivencias personales.

En el mismo mencionó a la ministra de Industria, Deborah Giorgi, al recordar que ella siempre dice que "un modelo de país hizo que nosotros saliéramos del infierno, porque nuestra actividad es muy particular dentro del movimiento obrero, porque es la primera que se cae y la última que se levanta".

"La primera que se cae -dijo- porque cuando el hombre empieza a tener problemas, lo primero que hace es cubrir las necesidades primarias de su familia y el coche ya no cuenta, y la última actividad que se levanta porque cuando hay trabajo, comienzan a cubrirse las necesidades básicas como corresponde, la educación de los hijos y recién después se piensa en el auto".

En ese aspecto precisó que "por ahí no se entiende el fanatismo que nosotros le ponemos al modelo y no se entiende que laburamos codo a codo con el gobierno, y cuando nombro al gobierno hablo del Ministerio de Industria, de la Secretaría de Comercio o de Tomada, y por ahí no se entiende porque se piensa que estamos a la sombra del poder".

"Uno no está en la sombra del poder. Uno está defendiendo lo más sagrado que tiene el hombre que es la dignidad del trabajo, dignidad del trabajo que nos lleva a tener dignidad como padres y jefes de familia y nos lleva a que no perdamos las convicciones y el modelo de familia que supimos tener", subrayó.

Seguidamente, Pignanelli sostuvo que la industria automotriz "es una industria pesada y como tal es necesaria si queremos una Patria Grande. Es una industria que seguo que tenemos que trabajar mucho sobre el contenido nacional y sobre las nuevas tecnologías".

En otro tramo de un discurso dedicado a exhaltar los valores del trabajo, Pignanelli afirmó que "cuando no hay trabajo comienzan las ayudas, pero empiezan a aparecer las cajas PAN y los planes sociales, pero lo más lindo que hay para un chico es ver que el padre trae la leche, el pan y el alimento para su familia".

Tras recordar a su padre cuando perdió el empleo y hacer saludar a su madre de 84 años, Pignanelli agradeció la presencia sindical de la UOM al solicitar "un aplauso para los compañeros Caló y Gdansky, porque si ustedes los aplauden yo me recibo de dirigente". La respuesta fue un masivo y prolongado aplauso.

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