lunes, 5 de marzo de 2012

Demolieron el “Taller Pan” del Hospital Borda y hace casi un año que no hay gas: "El invierno fue terrible"

Ocurrió sin orden de desalojo ni previo aviso. La obra se relaciona con el futuro Centro Cívico, donde funcionarán dos ministerios porteños.


El martes pasado, cuando llegaron como cada mañana para empezar la clase, los trabajadores de la panadería y dispositivo de rehabilitación “Taller Pan” del Borda se encontraron con una sorpresa: el subsuelo de la cocina, donde funciona de lunes a viernes, estaba siendo demolido, sin orden de desalojo ni previo aviso para que pudieran retirar las maquinarias.

Las obras se relacionan con el emplazamiento del futuro Centro Cívico, lindero al Hospital de Salud Mental, que albergará la nueva Jefatura de Gobierno y dos ministerios (Hacienda y Planeamiento), cuya primera etapa de construcción costará $ 280 millones. Según había asegurado el macrismo, no iba a afectar al Borda, pero los profesionales que asisten diariamente sostienen lo contrario. “La realidad nos demuestra que sus intenciones son otras. Al presentarse en los terrenos del hospital, que supuestamente no deberían desaparecer, maquinarias de demolición, se pone en evidencia que estas obras sí afectan al hospital”, aseguraron en un comunicado.

El taller, que busca una solución alimenticia que abarque a toda la zona, funciona desde 2001. “Poco a poco fue transformándose en un dispositivo más terapéutico, y ahí nos llamaron hace seis años, al centro de estudiantes de psicología de la UBA. Hoy en día asisten 20 internos, y lo sostenemos entre estudiantes y recibidos. Organizamos la producción, el trabajo y las salidas producto de las ventas, en la facultad y en el propio hospital. Esto permite trabajar la inserción social del paciente, y es una herramienta económica a la hora de la externación”, señaló la psicóloga Luciana Burotto.


Ante el cierre sin aviso previo, se reunieron con el subdirector del Borda, Alfonso Carofile, quien les comunicó que no se responsabiliza por lo que suceda con el taller. Tras un avance importante de martes a jueves, la obra fue suspendida el viernes, ante el reclamo de los distintos sindicatos que tienen representación en el hospital. A su vez, los trabajos de demolición no sólo afectaron al taller de pan, que lleva más de una semana sin poder realizarse. También provocaron destrozos en los sótanos de la cocina, que dejaron sin agua el lavadero, el sector de mantenimiento y la cocina.

Los trabajadores lo atribuyeron a un proceso general de vaciamiento que viene sufriendo el neuropsiquiátrico, en el que se atienden 720 personas: “Hace casi un año que no hay gas. El invierno fue terrible, los internos bañándose con agua fría, no funciona la cocina, andan mal los baños, hay goteras, no hay ni papel higiénico. Se ve un claro abandono, que prioriza el negocio inmobiliario”, concluyó Burotto.


El vaciamiento del PAC

Otro punto conflictivo en el área es el posible cierre del Programa Atención Comunitaria de Niños y Niñas con Trastornos Mentales Severos (PAC), uno de los más prestigiosos del país, que trabaja en forma interdisciplinaria con 250 chicos. La idea del gobierno porteño era cerrarlo. Así lo aseguró la directora de Salud Mental, María Grosso. Ahora, ante la presión de la comunidad de profesionales y los padres, cambió de estrategia. “Lo va a vaciar: ya armó un equipo de psiquiatras de línea medicalizadora, afín a modelos retrógrados proclives a encierros”, afirmó Gabriela Dueñas, integrante del ForumAdd (Equipo Interdisciplinario de lucha contra la medicalización de la Infancia).



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