La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y el Papa Francisco se reunieron en la residencia privada Santa Marta de El Vaticano, edificio en el que su Santidad elige recibir a sus más íntimos. El encuentro, el primero entre ambos desde que Francisco llegó al cargo máximo de la Iglesia católica, duró casi dos horas. En cambio, con Mauricio Macri, el Papa estuvo reunido en la Biblioteca del palacio Apostólico, solo 22 minutos.
La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, fue recibida por el Papa Francisco en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano.
Su Santidad la recibió en una audiencia privada que se extendió durante casi dos horas, y en la que Hebe le expuso la situación que atraviesa el país, además de invitarlo a la Argentina, debido a la necesidad de su presencia en este intenso momento político.
Tras la audiencia, la Presidenta de la Asociación brindó una conferencia de prensa en la que detalló los pormenores del encuentro. Hebe comenzó contando que la ubicaron en una sala en la que enseguida apareció el Papa: “Nos abrazamos un rato largo y nos sentamos uno al lado del otro”, sostuvo.
Luego, expresó: “Le dije que nuestra Patria necesitaba de su palabra, que este gobierno en cinco meses destruyó lo que se hizo en doce años, que hay mucha violencia institucional, de todo tipo”.
En ese sentido, enumeró: “El despido de 1200 trabajadores por día; la violencia preparada por la Policía en los barrios más humildes para pegarles a los jóvenes; el hecho de que tengamos las mejores naranjas y limones en las provincias del centro y las estemos comprando a España, eso es violencia porque implica tener que tirar nuestra producción y que hombres y familias enteras se queden sin trabajos; que no quieran que haya universidades en barrios pobres, que anuncien que hay carne barata en un supermercado y que cuando la gente va, no haya, es violencia; el viceministro de Defensa está acordando dos bases yanquis en Argentina, una ya está avanzada, en Tierra del Fuego, un lugar clave”.
“Quieren llevarnos a la situación que ya vivimos en 2001. Yo le dije que estábamos muy afligidos porque quieren obligar al pueblo a vivir otro diciembre de 2001, saliendo a la calle a asaltar supermercados”, agregó. “Por eso, lo necesitamos de verdad”, completó Hebe.
En otro tramo de la conferencia, sostuvo: “Tuvimos dos horas de conversación, dos horas contándole la situación, no le contamos ninguna mentira, sino hechos concretos. Hemos trabajado varios meses para eso. No le vine a contar fantasías, sino lo que nos pasa. Somos un pueblo que sufrió demasiado y que fuimos felices durante doce años. Tal vez, por eso, no estábamos preparados para esto. Hay que prepararse para la solidaridad porque hay miles sin trabajo”.
Además, la Presidenta de la Asociación expresó: “Otra vez volvieron los merenderos. No estamos dispuestos a quedarnos callados, no nos quedaremos con los brazos bajos. De todo esto hablé con el Papa. Le dijimos también que queríamos que venga. Su palabra puede ser muy importante. Le dije: ‘Papa Francisco, usted impidió un bombardeo de la OTAN, esto que pasa en Argentina me parece que es un poco más fácil y ojala pueda pararlo’. El Papa se preocupó por las Madres, por la edad que tenemos, por lo que seguimos haciendo pero yo, justamente, no vine a hablar de las Madres o de los problemas de las Madres. Vine a hablar del dolor, la angustia y la desesperación de un pueblo”.
“Ese pueblo que vivía feliz, trabajando, soñando, disfrutando de la música, del arte, pero destruyeron todo, todo rompieron y cerraron. No los voy a aburrir, solo quiero que comenten la verdad, compañeros, porque ellos tienen en sus manos a la prensa y a la justicia y el pueblo está solo”, añadió.
“Se van a cerrar las fábricas de heladeras en el sur porque se están importando desde China y miles y miles de compañeros se van a quedar sin trabajo. Y así le enumeré todo lo que había escrito en un cuadernito para contarle al Papa. Espero que esta voz de las Madres resuene muy fuerte en Europa, como cuando había una dictadura en Argentina. Ahora hay un gobierno elegido por el pueblo pero, a veces, los pueblos también se equivocan”, sostuvo Hebe ante diversos medios europeos.
Promediando la conferencia, narró: “El Papa me escuchó con mucha atención durante las dos horas que hablamos. Me dijo que había muchas cosas que sabía y otras que no tenía noticias. Me dijo que debería haber ido al país este año pero no pudo. Nosotros esperábamos que viniera este año pero no puede. Me dijo que no me conocía, así, como le estaba hablando a él. Fue muy cariñoso conmigo, me trató con mucho afecto, permitió que todos los compañeros que no estaban anotados y me acompañaron, entraran. Pasaron muchas cosas que para nosotros son muy importantes y nos demuestran que Francisco está con el pueblo y no con los poderosos”.
Al ser consultada sobre los presentes que intercambiaron, la Presidenta de la Asociación, contó: “Las Madres le trajimos un pañuelo hecho en venecitas blancas bordeado de madera de Petiribi del sur argentino, que hace un grupo de compañeros artistas de allá, y le trajimos un pedacito de ladrillo de una pared que se cayó hace poco en la Casa de las Madres porque Aysa, la compañía de agua, dejó entrar el agua, y la estamos reconstruyendo y con los pedacitos se los estamos regalando a los amigos, ya que es parte de los cimientos de la casa de las Madres. El Papa me regaló un rosario y una plaqueta muy hermosa con una virgen con un niño en brazos, que viene a ser el niño que nos falta a nosotros”.
Los periodistas presente le preguntaron, luego, por sus críticas a Jorge Bergoglio. Hebe respondió: “Con Francisco nos pasó lo mismo que con Néstor Kirchner. Tal vez no conocíamos demasiado el trabajo de Bergoglio. Me parece que Bergoglio, cuando se transformó en Francisco creció más todavía. Y se lo dije, le dije que me disculpaba porque me había equivocado, que había pensado lo mismo que con Néstor, que no eran lo que parecía. Uno tiene que reconocer cuando se equivoca y eso hacemos las Madres”.
Ante otra consulta periodística, Bonafini aseguró: “Yo no vine en misión personal, yo vine porque mucha gente me pidió que viniera. En realidad, no hablamos de los desaparecidos. Él me preguntó cómo eran mis hijos y ahí hablé un poco de ellos. A mi hijo mayor se lo llevaron junto a un sacerdote porque trabajaba con la iglesia del Tercer Mundo. Un poco hablamos de eso pero yo no vine a hablar cosas personales, ni de las Madres, ni de los juicios. Sí le conté que están intentando llevar a la ex ESMA a los marinos para que aceptemos compartir con ellos ese espacio. Eso no lo vamos a aceptar. Hablamos de la falta de justicia y de la justicia que está al servicio de Macri para condenar a Cristina, a los ministros y al que sea. Utilizan a los jueces corruptos a quienes se les paga por eso. Y no nos pusimos de acuerdo en nada de lo que yo iba a contar porque esto que yo digo, lo digo también en mi país, no es secreto, no hay nada oculto”.
En otro tramo, compartió sus emociones: “Me emocioné mucho, me conmocioné mucho. Estaba muy nerviosa en estos días porque me llamaban de Brasil, de Paraguay para que hable de lo que pasa allá”.
Por último, respondió una inquietud periodística sobre la relación de la Iglesia y las Madres a partir de su encuentro con el Papa: “No sé cómo será la relación con la Iglesia a partir de ahora. Nosotros tenemos mucha relación con los curas que trabajan en las villas pero no con los obispos. Ellos son muy conservadores. Eso se lo dije al Papa, que los obispos eran muy conservadores. Los sacerdotes son una maravilla”.
La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, fue recibida por el Papa Francisco en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano.
Su Santidad la recibió en una audiencia privada que se extendió durante casi dos horas, y en la que Hebe le expuso la situación que atraviesa el país, además de invitarlo a la Argentina, debido a la necesidad de su presencia en este intenso momento político.
Tras la audiencia, la Presidenta de la Asociación brindó una conferencia de prensa en la que detalló los pormenores del encuentro. Hebe comenzó contando que la ubicaron en una sala en la que enseguida apareció el Papa: “Nos abrazamos un rato largo y nos sentamos uno al lado del otro”, sostuvo.
Luego, expresó: “Le dije que nuestra Patria necesitaba de su palabra, que este gobierno en cinco meses destruyó lo que se hizo en doce años, que hay mucha violencia institucional, de todo tipo”.
En ese sentido, enumeró: “El despido de 1200 trabajadores por día; la violencia preparada por la Policía en los barrios más humildes para pegarles a los jóvenes; el hecho de que tengamos las mejores naranjas y limones en las provincias del centro y las estemos comprando a España, eso es violencia porque implica tener que tirar nuestra producción y que hombres y familias enteras se queden sin trabajos; que no quieran que haya universidades en barrios pobres, que anuncien que hay carne barata en un supermercado y que cuando la gente va, no haya, es violencia; el viceministro de Defensa está acordando dos bases yanquis en Argentina, una ya está avanzada, en Tierra del Fuego, un lugar clave”.
“Quieren llevarnos a la situación que ya vivimos en 2001. Yo le dije que estábamos muy afligidos porque quieren obligar al pueblo a vivir otro diciembre de 2001, saliendo a la calle a asaltar supermercados”, agregó. “Por eso, lo necesitamos de verdad”, completó Hebe.
En otro tramo de la conferencia, sostuvo: “Tuvimos dos horas de conversación, dos horas contándole la situación, no le contamos ninguna mentira, sino hechos concretos. Hemos trabajado varios meses para eso. No le vine a contar fantasías, sino lo que nos pasa. Somos un pueblo que sufrió demasiado y que fuimos felices durante doce años. Tal vez, por eso, no estábamos preparados para esto. Hay que prepararse para la solidaridad porque hay miles sin trabajo”.
Además, la Presidenta de la Asociación expresó: “Otra vez volvieron los merenderos. No estamos dispuestos a quedarnos callados, no nos quedaremos con los brazos bajos. De todo esto hablé con el Papa. Le dijimos también que queríamos que venga. Su palabra puede ser muy importante. Le dije: ‘Papa Francisco, usted impidió un bombardeo de la OTAN, esto que pasa en Argentina me parece que es un poco más fácil y ojala pueda pararlo’. El Papa se preocupó por las Madres, por la edad que tenemos, por lo que seguimos haciendo pero yo, justamente, no vine a hablar de las Madres o de los problemas de las Madres. Vine a hablar del dolor, la angustia y la desesperación de un pueblo”.
“Ese pueblo que vivía feliz, trabajando, soñando, disfrutando de la música, del arte, pero destruyeron todo, todo rompieron y cerraron. No los voy a aburrir, solo quiero que comenten la verdad, compañeros, porque ellos tienen en sus manos a la prensa y a la justicia y el pueblo está solo”, añadió.
“Se van a cerrar las fábricas de heladeras en el sur porque se están importando desde China y miles y miles de compañeros se van a quedar sin trabajo. Y así le enumeré todo lo que había escrito en un cuadernito para contarle al Papa. Espero que esta voz de las Madres resuene muy fuerte en Europa, como cuando había una dictadura en Argentina. Ahora hay un gobierno elegido por el pueblo pero, a veces, los pueblos también se equivocan”, sostuvo Hebe ante diversos medios europeos.
Promediando la conferencia, narró: “El Papa me escuchó con mucha atención durante las dos horas que hablamos. Me dijo que había muchas cosas que sabía y otras que no tenía noticias. Me dijo que debería haber ido al país este año pero no pudo. Nosotros esperábamos que viniera este año pero no puede. Me dijo que no me conocía, así, como le estaba hablando a él. Fue muy cariñoso conmigo, me trató con mucho afecto, permitió que todos los compañeros que no estaban anotados y me acompañaron, entraran. Pasaron muchas cosas que para nosotros son muy importantes y nos demuestran que Francisco está con el pueblo y no con los poderosos”.
Al ser consultada sobre los presentes que intercambiaron, la Presidenta de la Asociación, contó: “Las Madres le trajimos un pañuelo hecho en venecitas blancas bordeado de madera de Petiribi del sur argentino, que hace un grupo de compañeros artistas de allá, y le trajimos un pedacito de ladrillo de una pared que se cayó hace poco en la Casa de las Madres porque Aysa, la compañía de agua, dejó entrar el agua, y la estamos reconstruyendo y con los pedacitos se los estamos regalando a los amigos, ya que es parte de los cimientos de la casa de las Madres. El Papa me regaló un rosario y una plaqueta muy hermosa con una virgen con un niño en brazos, que viene a ser el niño que nos falta a nosotros”.
Los periodistas presente le preguntaron, luego, por sus críticas a Jorge Bergoglio. Hebe respondió: “Con Francisco nos pasó lo mismo que con Néstor Kirchner. Tal vez no conocíamos demasiado el trabajo de Bergoglio. Me parece que Bergoglio, cuando se transformó en Francisco creció más todavía. Y se lo dije, le dije que me disculpaba porque me había equivocado, que había pensado lo mismo que con Néstor, que no eran lo que parecía. Uno tiene que reconocer cuando se equivoca y eso hacemos las Madres”.
Ante otra consulta periodística, Bonafini aseguró: “Yo no vine en misión personal, yo vine porque mucha gente me pidió que viniera. En realidad, no hablamos de los desaparecidos. Él me preguntó cómo eran mis hijos y ahí hablé un poco de ellos. A mi hijo mayor se lo llevaron junto a un sacerdote porque trabajaba con la iglesia del Tercer Mundo. Un poco hablamos de eso pero yo no vine a hablar cosas personales, ni de las Madres, ni de los juicios. Sí le conté que están intentando llevar a la ex ESMA a los marinos para que aceptemos compartir con ellos ese espacio. Eso no lo vamos a aceptar. Hablamos de la falta de justicia y de la justicia que está al servicio de Macri para condenar a Cristina, a los ministros y al que sea. Utilizan a los jueces corruptos a quienes se les paga por eso. Y no nos pusimos de acuerdo en nada de lo que yo iba a contar porque esto que yo digo, lo digo también en mi país, no es secreto, no hay nada oculto”.
En otro tramo, compartió sus emociones: “Me emocioné mucho, me conmocioné mucho. Estaba muy nerviosa en estos días porque me llamaban de Brasil, de Paraguay para que hable de lo que pasa allá”.
Por último, respondió una inquietud periodística sobre la relación de la Iglesia y las Madres a partir de su encuentro con el Papa: “No sé cómo será la relación con la Iglesia a partir de ahora. Nosotros tenemos mucha relación con los curas que trabajan en las villas pero no con los obispos. Ellos son muy conservadores. Eso se lo dije al Papa, que los obispos eran muy conservadores. Los sacerdotes son una maravilla”.
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