El polémico Juez de la servilleta menemista, Claudio Bonadio, había ordenado la destrucción de los kits que entregaba el ministerio de Salud a mujeres que acababan de dar a luz. Ante la presión de gran parte del pueblo argentino, Unicef, la facultad de Medicina de la UBA y la Sociedad Argentina de Pediatría, el juez se vio obligado a volver sobre sus pasos.
Ciudadanos,legisladores, médicos del Hospital Garrahan, la Facultad de Medicina de la UBA, la Sociedad Argentina de Pediatría y hasta Unicef, entre otras organizaciones, reclamaron al juez Caludio Bonadio dejar sin efecto su decisión de enviar a destrucción 60 mil kits del Plan Qunita.
Ante esta realidad, el polémico magistrado se vio obligado a volver sobre sus pasos y en una nueva resolución dispuso que la eventual reutilización de esas cunas quede bajo exclusiva jurisdicción del ministerio de Salud de la Nación.
De esta manera Bonadio cedió a la presión que le hicieron llegar desde distintos lugares para que eche por tierra un plan social que ha tenido importantes resultados desde su implementación.
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