viernes, 6 de abril de 2012

Impuestazo PRO, desidia, ajuste y silencio. Crece el rechazo por el tarifazo que aplicó Mauricio Macri en las boletas del ABL

“Recibimos una catarata de llamados, la gente está enardecida. El gobierno porteño habla de un aumento promedio del 65%, pero la gente te muestra las boletas y hay aumentos de hasta 600%”


Presentación de usuarios para frenar la suba del ABL

Las asociaciones de defensa de los consumidores se encuentran estudiando diversas estrategias para intentar frenar los excesivos aumentos en el impuesto por Alumbrado Barrido y Limpieza (ABL) que los porteños comenzaron a recibir en las últimas semanas.

Una de esas estrategias –impulsada por Adecua pero con la intención de sumar la voluntad de otras ONG– consistirá en una presentación por escrito ante los legisladores porteños para que “revisen” los incrementos aprobados en noviembre pasado, ante la “catarata” de reclamos que recibieron en los últimos días.

Recibimos una catarata de llamados, la gente está enardecida. El gobierno porteño habla de un aumento promedio del 65%, pero la gente te muestra las boletas y hay aumentos de hasta 600%”, explicó Sandra González, titular de Adecua, quien citó el caso de un inmueble de 30 metros cuadrados en Palermo, tercer piso por escalera, que pasó de pagar $ 300 anuales a $ 1800.

A pesar del creciente malestar de los vecinos, no son muchas los recursos disponibles para frenar la medida, especialmente en vistas de que el tarifazo impulsado por el macrismo fue sancionado por la propia Legislatura porteña. “Hemos realizado consultas con abogados, al ser aprobado por la Legislatura la única alternativa que hoy visualizamos es que los propios diputados traten de rever su postura, y vean el grado de locura que es esto”, manifestó la directiva.

A la par que crece el malestar de los vecinos, en los últimos días se repitieron las críticas desde diversos sectores de la oposición, particularmente en lo que refiere a la falta de una planificación y delimitación adecuada a la hora de distribuir los aumentos por comuna. En este sentido, es probable que el reclamo encuentre receptividad en algunos bloques al interior del recinto.

Además de ser generalizado, el incremento es retroactivo al mes de enero, por lo que los contribuyentes deberán abonar el diferencial correspondiente a los nuevos valores. El nuevo esquema representa también un cambio cualitativo, en tanto el nuevo ABL deja de lado el carácter bimestral como hasta ahora para abonarse todos los meses.

Con la escalada impositiva, el gobierno que encabeza Mauricio Macri aspira a recaudar $ 2314 millones en concepto de ABL, lo que equivale a $ 924 millones más que lo ingresado el año pasado.


Crece el rechazo por el tarifazo que aplicó Macri en las boletas del ABL.

El análisis político y las consecuencias de la cuestionada decisión del macrismo, bajo la mirada de los legisladores porteños Juan Cabandié, Aníbal Ibarra y Francisco “Tito” Nenna, y del auditor de la Ciudad, Eduardo Epszteyn.



opinión I - Juan Cabandié Presidente bloque del FPV en la Legislatura porteña.

Impuestazo, desidia, ajuste y silencio

Los vecinos de la Ciudad empezamos a recibir las boletas de ABL con cifras récord de aumentos del Gobierno de Macri, que superan el 260%, mayor al 127% del tarifazo del subte; este es el octavo “impuestazo” y no quedó impuesto sin aumentar: Ingresos Brutos, Sellos, ABL y Patentes.
Es ABL es un impuesto que se aplica sobre la propiedad. Un breve y necesario pantallazo sobre la ciudad: hay más de 140 mil unidades habitacionales desocupadas, 400 mil personas con problemas habitacionales, falta planificación y control en las obras de construcción de edificios y la población en las villas miseria porteñas aumenta diariamente.

Una vez más, Macri aleja al Estado de los vecinos, sobre todo de la zona sur como sucedió ante los daños producidos anteayer por el fuerte temporal. En cinco años de gestión, no solo no implementó un plan de políticas públicas fiscales y de vivienda que revierta la situación, sino que la empeoró.

El impuestazo es consecuencia de la desidia y avaricia de un jefe de gobierno que sólo piensa cómo recaudar más en una ciudad cuya recaudación en dólares se multiplicó por ocho entre 2002 y 2012, o por cuatro, si la medimos en pesos, entre 2007 y 2012. Lejos de diseñar un “sistema tributario más equitativo y justo”, como nos quieren engañar con la folletería que llegan con la boletas, este “impuestazo” se genera una mayor desigualdad en la ciudad, ya que se consolida impositivamente lo realizado por el mercado.

El ABL tiene dos componentes que aparecen discriminados: el Impuesto inmobiliario y la Tasa retributiva de los servicios de ABL y Sumideros.

La Tasa se cobra por brindar un servicio, pese a que en la Ciudad abunda la basura en la calle, faltan luminarias y se inunda. Su alícuota es del 0,5% para todos y no contempla las diferencias de servicios en los barrios. Nadie puede negar que Mataderos esté más sucio y menos iluminado que Puerto Madero; pero todos pagamos el 0,5 por ciento. Por eso, los legisladores del FPV propusimos una tasa progresiva que vaya del 0,2% al 0,5%, rechazada por el macrismo.

Respecto al impuesto se toman metros cuadrados construidos, valor del suelo y luego se determina el valor del impuesto. El PRO no corrigió los defectos implícitos, como ser: dos propiedades de igual valor fiscal pagan el mismo impuesto aunque el valor de mercado sea distinto; no tuvo en cuenta el confort habitacional; la categoría del sistema de bandas es muy amplia; no se adecuaron las tasas ni las bandas a la dinámica urbana; se penaliza los inmuebles de mayor superficie sin ser necesariamente los más lujosos y existen problemas de metodología y actualización del catastro.

Por si fuera poco, los límites del impuestazo rigen solo para 2012. O sea, vino para quedarse, porque quien aún no tuvo todo el aumento ahora, lo va a tener en 2013 o en años posteriores.

Tampoco fueron escuchadas otras propuestas nuestras: impuesto extraordinario a las viviendas desocupadas, mayor aumento a propiedades suntuosas, mayor tasa de servicios a las zonas de mayor valor de mercado, excepciones del pago de ABL a viviendas sociales y barrios humildes, disminución de alícuotas de impuesto y tasas a las propiedades consideradas bienes de familia, alícuota superior para la segunda y tercer propiedad.

El neoliberalismo puede tener distintas caras, pero siempre la misma política: más ajuste, más impuesto, menos Estado. En Argentina tiene nombre y apellido: Mauricio Macri. De esto los medios monopólicos no dicen nada: se silencian y son cómplices del impuestazo como lo fueron del plan económico de Martínez de Hoz y Videla.


opinión II - Eduardo Epszteyn Auditor de la Ciudad.

Innecesario, inequitativo e injusto

La emisión de la Boleta Complementaria del Impuesto Inmobiliario y ABL repuso una discusión que ya dimos en diciembre pasado, en ocasión del tratamiento del Presupuesto 2012. En esa oportunidad perdimos la votación legislativa a manos del bloque macrista de diputados, al que se sumaron conspicuos aliados circunstanciales que hicieron número para que lleguemos a esta situación.
En esa oportunidad cuestionamos el incremento del impuesto por distintas razones. No existe necesidad fiscal de mayores ingresos, se profundiza la inequidad tributaria del gravamen y en términos de bienestar, también se profundiza la injusticia distributiva. No nos equivocamos.

Se incorporan mayores recursos que el ingeniero Macri no necesita. La Ciudad tiene un 90% de los ingresos corrientes atados a la actividad económica y los precios, creciendo a un ritmo que sobra para sostener la evolución de los componentes rígidos del gasto. Pero la estrategia fiscal del macrismo ya es conocida: se presentan ambiciosos planes de inversión que no se cumplen, y los recursos que a ellos iban a ser destinados (el que surge del aumento del ABL o los que surgieron del endeudamiento público) pasan a alimentar su apetito de colocaciones financieras y otras extrañas operaciones que caen fuera de la Ley de Administración Financiera de la Ciudad.

El descontrol en el manejo de los contratos con proveedores privados completa el cuadro de deterioro del perfil del gasto: servicios por privados cada vez más onerosos, intereses de la deuda pública crecientes e inversión pública estancada. No es pertinente financiar “más de esto”.

En segundo lugar: avanzar en una mayor progresividad de la estructura tributaria supone abordar el diseño de los instrumentos de imposición directa sobre la propiedad en la Ciudad de Buenos Aires, lo que a su vez requiere de estudios exhaustivos. No es la metodología que acostumbra poner en práctica en el ingeniero Macri, por cierto. Desde hace años venimos advirtiendo que se presentan situaciones de inequidad y regresividad en las cargas del impuesto, como consecuencia de una deficiente determinación de las bases imponibles. Se subestima, en términos relativos, el valor fiscal de los inmuebles de mayor valor venal. Esta reforma, con remiendos y parches, repite este patrón de inequidad.

Llama la atención que luego de cuatro años no se revea de plano la matriz de cálculo y se establezcan, asimismo, mecanismos para captar las plusvalías urbanas que surgen de las mejoras producto de la inversión pública localizada.

Finalmente, es cierto que con esta reforma vigente, en los próximos años, el Tributo Anual Total puede converger al 1% del valor de cada propiedad en el mercado. Una proporción muy exagerada, al límite de lo confiscatorio. Con un serio agravante. No existe forma de discriminar al trabajador inquilino, al que se le termina cargando el tributo, del especulador inmobiliario o el individuo que acumula mucha riqueza en ladrillo.


opinión III - Aníbal Ibarra Legislador (Frente Progresista y Popular).

El aumento del ABL, Macri y el año 2015


Cuando fue opositor a mi gobierno, Macri enviaba a sus legisladores para que propusieran rebajas impositivas. Luego, en la campaña electoral que le abrió las puertas a su primer mandato como jefe de gobierno prometió que no iba a aumentar los impuestos, cosa que hizo con el ABL en forma inmediata, con subas que llegaron hasta el 300 por ciento. En la segunda campaña electoral, Macri también negó un posible aumento impositivo y mandó a callar a su ministro de Hacienda cuando este dejó entrever la posibilidad de que podía haber una “actualización” del ABL en caso de que su jefe político arribara a un segundo mandato.

Cuando promovieron este segundo aumento del ABL en cuatro años de gobierno, sostuvieron a los cuatro vientos que el promedio de incremento era del 66% y los grandes medios que acompañan a Macri no sólo le creyeron sino que endulzaron lo que de haberlo decidido otro gobierno habrían titulado “impuestazo”, “golpe al bolsillo de la gente” y cosas parecidas. Ahora, con la llegada de las boletas, se advierte claramente que el gobierno de Macri no sólo mintió cuando durante la campaña negó una posibilidad de aumento del ABL, sino que también lo hizo cuando minimizó su porcentaje de incidencia en lo que venía pagando cada contribuyente. Los aumentos del ABL impactan no sólo en los propietarios sino también en los inquilinos, los cuales, en su gran mayoría, se hacen cargo de este impuesto cuando firman los contratos.

El gobierno de Macri se comprometió, al promover el primer aumento de ABL, a realizar un relevamiento barrio por barrio, casa por casa, para detectar las obras clandestinas y para corregir las desigualdades que existen hoy en el tributo. Esa era una decisión razonable porque hoy no todos los que tienen una propiedad de mayor valor pagan más ni todos los que tienen inmuebles equivalentes en el mismo barrio pagan lo mismo. Sin embargo, nada de eso se hizo porque este gobierno porteño no tenía voluntad de corregir desigualdades sino de hacer caja. Hoy, con el aumento, no se ha corregido ninguna injusticia de las muchas que existen en el ABL sino que se las han consolidado pero más caras.

¿Para qué necesitaba Macri disponer semejante aumento cuyo promedio excede el 120 por ciento? Gobierna la ciudad más rica de la Argentina, que vio crecer enormemente su recaudación por el desarrollo económico del país en los últimos años. A pesar de ello, Macri gobierna con déficit, gasta más de lo que recauda y no en obras sino en servicios y en la estructura del Estado que agigantó. Como no le alcanza, se endeuda (nos endeuda) a límites escandalosos y a tasas inaceptables. Precisamente, ese es el motivo del aumento del ABL, necesita fondos frescos para pagar este año los intereses y las amortizaciones de deuda que su propio gobierno generó. En lugar de tener una política de desendeudamiento, Macri aumenta el nivel de la deuda que, obviamente, después hay que pagar. Para eso, nada mejor (para él) que meter la mano en los bolsillos de los porteños aumentando el ABL. La tarifa del subte y el impuestazo del ABL muestran claramente el pensamiento político de Mauricio Macri pretendiente de la presidencia del país para el año 2015.


opinión IV - Francisco “Tito” Nenna Legislador (FPV).

Macri esquilma a los porteños


La Ciudad de Buenos Aires es el distrito con mayor PBI per cápita del país. Sin embargo, la gobierna el mandatario con menos compromiso con la función pública de la Argentina, Mauricio Macri. Tanto es así que, mientras el líder del PRO aduce dificultades financieras para hacerse cargo de la red de subterráneos e incrementa un 127% el boleto para no subsidiar a los pasajeros, dispone una suba exponencial del ABL para recaudar más de 900 millones de pesos al mismo tiempo que cierra cursos en escuelas públicas o subejecuta el presupuesto del IVC. Bajo esta perspectiva, resulta claro que el aumento impositivo que desató la indignación de los vecinos no es una medida aislada sino una punta más de la batería de iniciativas gubernamentales para avasallar a los sectores populares y desplazarlos fuera del territorio porteño.

En la Legislatura, llueven denuncias de ciudadanos que residen en la zona sur, en barrios como La Boca, Parque Patricios o Mataderos, y fueron castigados con boletas cuyos valores trepan más del 600% con respecto al año pasado. Y lo peor es que, como el gobierno porteño no tuvo voluntad política para relevar la situación socioeconómica de los habitantes casa por casa, el impuesto castiga con la misma saña el bolsillo del propietario de un semipiso en un edificio de alta gama en Palermo que a la familia que habita un PH derruido en la manzana de enfrente. Sin consignar la relación entre el precio de la tierra y el de la construcción que se levanta sobre ella, Macri les cobra lo mismo a los ricos y a los pobres. Injusto, desequilibrado e indiscriminado, el manotazo del Pro tiene por objeto, lisa y llanamente, esquilmar a los porteños. Así, cae de maduro que urge organizarse desde los barrios y las comunas para canalizar los reclamos de los contribuyentes y transformar la indignación que aflora en el seno familiar en una herramienta política colectiva para defenderse como pueblo de una gestión que ataca, sistemáticamente, a los segmentos sociales medios y bajos.



Por: Ignacio Chausis

1 comentario:

  1. Fantastico! La mayoría de votantes porteños deben estar felices ¡este es el modelo que querían!.
    Sería bueno, muy bueno que fueran a pedir auxilio a la justicia. Ahora me pregunto: ¿El intendente hará caso a una resolución judicial?... O hará lo que sabe, que es no acatar las leyes y seguir actuando como patron de estancia?.
    ¿Encontraran los reclamantes algun juez que no se arrodille ante "el patron"?.-

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