jueves, 14 de julio de 2011

Quién dijo que todo está perdido, Fito

¡Qué despelote armaste, genio de las musas y de las hadas, compinche de los duendes más atorrantes y luminosos que habitan la ciudad!
Te mostraste en cuero y te crucificaron en un juicio sumario.

¿Y si decías “nauseas” en lugar de “asco”? Digo, en una de esas colaba el resto de la prosa.

Te hubiesen pegado igual, qué dudas cabe.

Macri, Clarín y los políticos serviles te eligieron a vos para pegarle al “enemigo K”. Y te pasan factura por tu maravilloso cierre en el Bicentenario. Fueron seis millones, Fito. “Y sin ningún incidente”, como remarcaste esa noche. Aún no lo pueden digerir.

Además ¡que aburrida sería la vida si los poetas y los cantores también fuesen “políticamente correctos”!

Los poderosos, los que representa Macri, son propietarios de las “malas palabras”; diría tu hermano, el Negro Fontanarrosa, que ellos las inventan para usarlas luego.

Si probaras con estas otras, te aplaudirían a rabiar:

“Maten a la Yegua”. “La gente me pide, mátenlos”. “La Asignación Universal por Hijo las gastan en drogas y en el juego”. “A Kirchner lo vamos a tirar por la ventana”. “El velorio fue organizado por Fuerza Bruta”. “El voto de las provincias más pobres es de baja calidad”. “Kirchner eligió morirse antes que perder la elección”. “Eso te quería escuchar: se va antes y asume Cobos”.

Ya se. Jamás te lo permitirías.

Siempre estuviste con el pueblo, la democracia, las libertades, la rebeldía, las causas justas.

Tu palabra es tu palabra. ¿Y qué te pasa? ¿Hay que pedir permiso para hablar? ¿Justo ahora que tenemos una libertad como jamás se tuvo?

¿O estábamos mejor en tiempos de neoliberalismo cuando se impuso el “todo bien” y nos moríamos de hambre y entrega?

Si sirve de algo, dejame decirte que no está todo perdido.

Tu corazón no lo entregaste al cuete, Fito. Está en los que votaron en defensa propia, pero también está en las almas extraviadas que votaron en su propia contra.

Habrá que ir a buscarlas, Fito. Sin asco. Con las banderas en alto y la paciencia de un maestro de escuela. Mostrarles que lo que hoy tienen para ser un poco más felices, los construyeron junto al gobierno de Néstor y Cristina Kirchner.

Y eso tendrán que defenderlo “votando con el corazón y el bolsillo”, como dice Boudou.

Que el asco sea para los que corrompen, engañan, explotan, venden a la madre y a la patria para salvarse solos.

Un ex preso político de la dictadura contó que después de que lo torturaran y lo molieran a golpes y picanas, escuchó gritar a uno de sus verdugos: “¡No se porqué son tan violentos estos hijos de puta!”.

Es el viejo truco de los poderosos.

Te matan a palos, pero eso sí, “en nombre de la paz y la felicidad”.





por Jorge Giles.

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