Se trata de Matteo Goretti, que también está sospechado en Perú y Montevideo. Otro caso que salpica a Mauricio Macri.
El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, suma un procesado más entre sus amigos y hombres de confianza. Se trata de Matteo Goretti, ex gurú de la Fundación Pensar, uno de los think tanks del PRO, que en otras épocas cumpliera funciones en el Ministerio de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires, bajo las órdenes de Néstor Grindetti.
Por entonces, la resolución Nº 848 del 30 de abril de 2008 lo habilitó para desempeñarse como "personal de la planta de Gabinete". Goretti ocupaba un escritorio en el área de Prensa, y solía aportar ideas para cuidar la imagen pública de funcionarios estrellas del PRO como Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.
En abril de ese año, una valiosa colección de piezas precolombinas fue robada del Museo Ambato, ubicado en la localidad cordobesa de La Falda, y la denuncia de la Asociación de Amigos de la entidad motivó una investigación que en la actualidad incluye maniobras de saqueo de patrimonio cultural nacional, falsificación, tráfico de objetos al exterior y responsabilidades que alcanzan a varios funcionarios de Córdoba.
Goretti es politólogo, investigador y coleccionista compulsivo. A mediados de 2012, distraído por su pasión, atendió la puerta de un lujoso departamento que tiene en la Capital Federal, creyendo que quien golpeaba era un conocido. Se trataba, sin embargo, de un grupo de agentes de Interpol, que en un allanamiento secuestró de una de sus vitrinas 58 de las piezas que habían sido sustraídas del Ambato.
A pesar de las evidencias que existían contra el asesor PRO, el titular del Juzgado Federal Nº 1 cordobés, Ricardo Bustos Fierro, durmió la investigación durante un año. Pero en los últimos días no tuvo más remedio que procesar a Goretti, apurado por las repercusiones de una nota publicada en este diario el pasado 23 de junio, que denunció las maniobras del magistrado para hacer prescribir la causa.
Esta revelación, sumada al compromiso de la presidenta Cristina Fernández de colaborar en el esclarecimiento del saqueo, dio, por así decirlo, vuelta la tortilla.
El miércoles pasado, la jefa de Estado recibió en la Casa de Gobierno a una delegación de la Asociación querellante, integrada por su titular, María Elena Flores; su vice, José Eloy Spada; el artista plástico Alejandro Bovo Theiler; y el abogado Eduardo Garbino.
El informe que la mandataria recibió de los cuatro visitantes fue lapidario para el asesor de Macri, pero también para el gobernador José Manuel De la Sota: Córdoba, declarada zona roja por la gravedad que presenta su territorio en el tráfico y hurto de piezas arqueológicas, es la única provincia que no adhirió a la Ley Nacional 25.743 de protección a ese patrimonio.
Los abogados de Goretti, Jorge Anzorreguy y Marcos Juárez, apelaron el procesamiento del imputado, pero lo más importante de la medida que Bustos Fierro dictó a regañadientes es que permite que el tiempo no siga corriendo. Según Garbino, la fecha del juicio oral "debería llegar rápido, estamos confiados en eso".
El auto de procesamiento trajo, además, consecuencias internacionales. El director de la División Antropología de la Municipalidad de Montevideo, Arturo Toscano, renunció a su cargo, descontento porque en ese país no avance una denuncia que Goretti tiene en su contra. Toscano declaró ante el Consejo Internacional de Museos (ICOM) que en su momento, cuando el asesor macrista instaló objetos en el Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI), mostró "piezas arqueológicas originales que luego cambió por falsificaciones".
Garbino, durante su visita a Buenos Aires, manifestó que, para los uruguayos, "hasta que las cosas no se aclararan no estaba bien seguir manteniendo relación con una persona procesada en Argentina".
Otro coletazo se dio en Perú, país que incluso está interesado en extraditar a Goretti para juzgarlo por investigaciones relacionadas a objetos de origen dudoso, como también se ocupó de explicar Garbino.
Con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina, Macri intentó despegarse del "fanático" precolombino. Pero el alcalde porteño no sabe cómo ocultar algunos papeles incómodos que ya trascendieron y están en la causa. Por ejemplo, documentación de pagos del gobierno porteño a favor de la Fundación Ceppa, presidida por Goretti, dentro de un "Programa de Mecenazgo", que le reservaba aportes por 700 mil pesos.
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