Luis Machín le respondió a las denuncias sobre los subsidios estatales a productores de cine y TV. Cuestionó que se los compare con "motochorros, piratas del asfalto, o lo que es peor, a un grupo de gangsters que se reparte el botín de un Estado". También afirmó que la posición que adopta el conductor de "Periodismo para todos" "no le hace bien a nadie".
El texto completo de la carta abierta de Machín es el siguiente:
"Gran despliegue de números dio La Nata en su programa del domingo 30 de junio acerca de las producciones audiovisuales de sus archienemigos del gobierno Nacional.
"Para el periodista los magros puntos de rating que tienen dichas producciones no alcanzan para concebirse como programas masivos, claro, ninguno mide los puntos que sí hace su programa. Que no se preocupe La Nata, nunca llegarán las ficciones federales a hacerle sombra a su nicho de auspiciantes. Tampoco nacieron para eso.
"Tal como dijo en su columna del diario Clarín (a 3 o 4 días de que numerosos sindicatos y gente en general a las que sí le interesan los televidentes de la TDA salga en apoyo a éstas producciones) «al que le quepa el sayo que se lo ponga», yo me lo pongo.
"Me lo pongo porque mi cara, como la de todos los actores que mostró en su programa fueron puestas como si denunciara a motochorros, piratas del asfalto, o lo que es peor, a un grupo de gangsters que se reparte el botín de un Estado que hace la vista gorda.
"Habría que aclararle al periodista que muchos de esos actores no comulgan con muchas de las ideas de este gobierno, nadie le pregunta a ninguno cuáles son sus ideas políticas. Este, el de las miniseries federales, es un proyecto para todos los actores. Otra vez el molesto «para todos».
"Me pongo el sayo porque soy un actor que trabajó en muchas de esas series y no soy ningún otario que se deja tentar por las mieses de un gobierno que necesita una corte de aplaudidores-actores-adictos al chori y la coca para defender sus políticas culturales. Las apoyo por convicción, por creencia, porque siempre quise que los actores, directores, escenógrafos, vestuaristas, peinadores y toda la cantidad de gente que se necesita para una producción televisiva puedan desarrollarse en sus ciudades, en sus provincias.
"Hay que decirle a la gente también que el punto de rating en la Argentina equivale a 100.000 personas, entonces, cuando La Nata dice que la cifra de los televidentes que miran algunas de estas series llegan apenas a 2,7 o 2,9 puntos está hablando de 270.000 o 290.000 personas. No es tan poco, ¿verdad? En esto me permito el beneficio de la duda y lo hago porque La Nata no cuenta la gente que sigue estas miniseries a través de la página de la TDA. Y es mucha.
"De todas maneras insisto en que 270.000 o 290.000 personas es un número interesante, ¿no?, al menos toda esa gente tiene derecho también a ver otras opciones de programación alternativa a las ya conocidas. Y eso suma mucho. Otorga mayor capacidad de elección.
"Muchas cosas están cambiando en los medios audiovisuales, en la televisión abierta y muchas más cambiarán cuando la ley de de medios se cumpla en su totalidad, incluso esperamos ansiosos una nueva forma de medir el rating ya que la actual está hecha en base al encendido de unos 800 televisores de la Capital Federal y el GBA y bastante menos de 200 en las localidades de Córdoba, Rosario y Mendoza. Es decir, unas 1.300 personas son las dueñas de los gustos de muchos millones.
"Un poco injusto, eso no lo dice La Nata cuando habla de puntos. Tampoco dice (quizás no hace falta pero me dan ganas de decirlo a mí) que esos puntos son personas que eligen qué mirar, que tienen opciones, que gustan también de otras propuestas a las conocidas y la gente que hacemos esas ficciones también somos personas y no asesinos para andar mostrando por la tele para que los que opinan a pié de las notas de los diarios digan como leí: «No nos olvidemos de esos nombres».
"No tientes a esa gente La Nata, no le hace bien a nadie".
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