sábado, 10 de noviembre de 2012

La Villa 21 de Barracas anegada y con aguas servidas en las viviendas

"Quiero vivir dignamente, porque esto es vivir cómo animales".




Varias manzanas de la Villa 21-24 del barrio porteño de Barracas se inundaron a raíz de la fuerte tormenta que causó la subida del nivel de las napas y el ingreso de aguas servidas en las precarias viviendas.

Dolores González, residente de esa villa desde hace 27 años, dijo que "quiero vivir dignamente, porque esto es vivir cómo animales, no estoy tranquila, varios inviernos me encontré con la casa inundada cuando salía de la cama".

"No me puedo bañar porque en el baño sale agua sucia por todos lados", ejemplificó la mujer que es madre de siete hijos y cría a dos de ellos y a un nieto de tres años.

"Perdí el lavarropas, un ropero, ropa, zapatillas y el horno ya paso por tanta agua que no lo uso más", aseguró.

"La humedad está enfermando a mí familia, mi nietito de tres años tuvo una infección seria porque el ambiente de la casa le complicó una picadura de un mosquito y mi hija tiene un problema crónico de furúnculos por la misma humedad", aseguró.

La vecina afirmó que "yo me desespero limpiando, gasto litros y litros de lavandina y desinfectante pero no hay caso, además los días de calor tenemos que salir de la casa porque el olor a cloaca hace que no se pueda respirar".

"Hace más o menos un año la UGIS (Unidad de Gestión de Infrestructura Social) se le trabó una manguera y se rompió una cámara de la cloaca debajo de una casa", recordó.

Detalló que reclamó en la UGIS y mandaron camiones atmosféricos, pero "eso no me sirve porque sacan agua y al rato vuelve a subir, acá brota agua del piso desde hace un tiempo y nadie sabe de donde sale ni lo soluciona".

El legislador porteño Juan Cabandié llegó a la villa para colaborar con las tareas de limpieza, en el marco de una actividad que organizó la agrupación "La Cámpora" en el lugar.


 
Cabandié afirmó que la inundación "es un problema para todos los barrios de la ciudad, pero en lugares cómo la 21-24, la 31, la 1-1-14 o la Zabaleta al no haber cloacas las napas se colapsan y todos los residuos de los baños inundan las casas generando mal olor y peligrosos focos de infección".

"Recorremos las casas más afectadas de la villa para hacer un relevamiento, ayudar a sacar el agua y después ver si se puede gestionar alguna ayuda en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación", explicó.

El legislador sostuvo que "lamentablemente el gobierno porteño se olvida que estos barrios existen o no los contempla, aunque en algunas casas el agua haya superado el metro".

"Durante las tormentas de la pasada Semana Santa vinimos a dar una mano, pero en ninguno de esos días vimos acercarse a nadie del gobierno de la ciudad, después supimos que muchos funcionarios estaban de viaje", recordó.

Cabandié resaltó que "este problema no se resuelve mandando camiones atmosféricos, chapas o colchones, esto necesita de gente que le ponga el cuerpo, para ayudar a salvar lo que se pueda, para gestionar los recursos que hagan falta y pensar y ejecutar una solución definitiva".

"En la villa 21-24 hay muchas casas a la vera del Riachuelo, y la Corte Suprema ha definido claramente que la ribera es inhabitable y que debería haber un camino de sirga cómo el que están llevando a cabo los municipios de la otra orilla, que además están construyendo casas para esa gente con fondos de Nación", añadió.

Y añadió: "La ciudad tiene un presupuesto lo suficientemente importante cómo para urbanizar todas las villas juntas, pero lo que no aparece es la voluntad política de hacerlo".


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